AmRest, dueña de marcas como La Tagliatella, Bacoa o Sushi Shop, no llegó a cruzar ninguna orden de compra en la sesión de su aterrizaje en el parqué madrileño. Los analistas apuntan que los motivos que explican este hecho fue el elevado precio elegido para salir a bolsa en España, además de su escasa liquidez.
Cotiza con un PER (ratio precio-beneficio) de 24,5 veces y a cierre del tercer trimestre del año cerró con un beneficio neto de 30,2 millones, un 9% menos respecto al mismo período del año anterior, con unas ventas que se dispararon un 25,6%, hasta alcanzar los 1.104 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (ebitda) creció hasta los 123,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 13% frente a los 109,4 millones de euros del mismo periodo del ejercicio precedente.
El grupo, que gestiona también las franquicias de Pizza Hut, Starbucks y Burger King en 26 países repartidos entre Europa y Asia, no prevé reparto de dividendos en el corto-medio plazo.
AmRest cuenta actualmente con una capitalización de mercado de 2.503 millones de euros y un precio por acción de 11,4 euros por acción, tras el reciente split que AmRest ejecutó el 3 de octubre en una proporción 1 a 10, con el objetivo de aumentar la liquidez de las acciones en la bolsa de Varsovia.
Actualmente, el grupo cuenta con más de 2.000 restaurantes en los segmentos de restaurantes de servicio rápido y comida informal.
José Parés, presidente del consejo de administración de la cadena de restaurantes, apunta en un comunicado que “tras el traslado de nuestro domicilio social a España, estamos convencidos de que este movimiento nos permitirá llegar a nuevos mercados e inversores, ampliar nuestra base accionarial y ganar notoriedad en Europa occidental. Queremos seguir creciendo y abrir la oportunidad de invertir en AmRest a cada vez más accionistas”.
Parés apuntó en el parqué madrileño que, de momento, descarta nuevas ampliaciones de capital.
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