Amper precisó que está en el "buen camino" para materializar las previsiones del Plan 2009-2011, que prevé un crecimiento de los ingresos a una tasa anual de dos dígitos y un 'pay out' del 30%.

El EBITDA se habría situado en 38,6 millones de euros de no ser por los 5,4 millones que la compañía ha destinado a "costes de indemnización no recurrentes" para hacer frente a la reestructuración de su plantilla.

Del resultado atribuible, el 57 por ciento provino del negocio de Telecomunicaciones (Integración de Redes y Sistemas), en tanto que el 26 por ciento correspondió a Seguridad y el 17 por ciento a Defensa.

En lo que respecta a la facturación, el área de Defensa vendió por valor de 74,8 millones, el 13 por ciento más; la de Seguridad facturó 42,4 millones, el 31 por ciento más, y la de Integración de Redes y Sistemas unos 196 millones, el 17 por ciento más.

La compañía cerró el año con una cartera de pedidos valorada en 276,2 millones de euros, volumen que, según la misma fuente, supone que Amper esté bien posicionada para afrontar la crisis, pese a que es inferior en un 5,15 por ciento a la de un año antes.

La cobertura de la cartera asegura el 65 por ciento de los ingresos, montante que la firma espera que registre crecimientos de dos dígitos anuales entre 2009 y 2011.

En el comunicado, Amper apuntó que, en el terreno de las operaciones corporativas, reforzarán las capacidades del grupo en tecnologías clave y de elevado potencial de crecimiento, tanto en España como en el exterior, y subrayó que presenta una sólida posición financiera "para acometer nuevas adquisiciones selectivas".