El resultado neto normalizado de Almirall alcanzó los 61,4 millones de euros entre enero y septiembre, con un retroceso interanual del 17,2%, mientras que las ventas netas de su negocio 'core' (que excluye la contribución de AstraZeneca) avanzaron un 6,2% en este periodo, hasta los 601,7 millones de euros. La multinacional biofarmacéutica registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) sin Astrazeneca de 164,2 millones de euros, un 20,3% más que en los nueve primeros meses del año pasado, en tanto que su flujo de caja operativo se situó a cierre de septiembre en 161,4 millones de euros.
Las provisiones corresponden al deterioro de Deterioro del fármaco contra el acné Seysara (69 millones), de la cartera antigua de EE UU (22) y de Bioniz (12). La firma, no obstante, ha mejorado sus perspectivas. Ahora prevé un Ebtida de entre 200 y 215 millones de euros frente a los 195 que preveía anteriormente.
La compañía ha destacado que durante los nueve primeros meses del ejercicio presenta un "sólido rendimiento" del negocio por la buena marcha de sus productos clave y de sus recientes lanzamientos.
Almirall mantiene la mejora de su objetivo de ventas para 2021, con un crecimiento de las ventas netas 'core' de un dígito medio, pero ha revisado al alza el rango bajo del 'core' Ebitda, aumentándolo a 200 millones de euros desde los 195 millones de euros de su previsión anterior.
Así, espera que el Ebitda, excluyendo AstraZeneca, se sitúe este año entre los 200 y los 215 millones de euros.
Almirall, ¿hacia el primer soporte?
La compañía pierde más del 6% en el Ibex 35 y cotiza en los 11,93 euros, convirtiéndose en el valor más penalizado del selectivo español a estas horas. Una penalización que reduce el buen comportamiento anual que acumula en bolsa - se anota un 14,9% desde comienzos de año - tras un trimestre en el que el valor acumula una caída de más del 12%. Aun con todo, el consenso de analistas sigue manteniendo un potencial alcista para el valor: tiene un precio objetivo de 16,22 euros, lo que deja en el 36,5% el recorrido potencial que podría alcanzar la compañía.
Sergio Ávila, analista de IG reconoce que "tras estos resultados negativos con un deterioro de sus activos de 103 millones de euros, sus acciones son golpeadas con una caída del 6,61%. La empresa ha presentado pérdidas cuando el año pasado en el mismo periodo ganó 57 millones de euros. A pesar de haber aumentado sus ingresos y elevar la previsión de beneficio bruto, el deterioro de los activos le ha llevado a presentar estos resultados de números rojos".
En el corto plazo "tiene una divergencia bajista activada al haber perdido el soporte d ellos 12,95 euros, sus indicadores técnicos están girados a la baja, lo que indica que puede seguir aumentando la presión vendedora en las próximas sesiones. El primer soporte se encuentra en los 11,60 euros y el siguiente en caso de perder el anterior en los 10,83 euros".