Becker, en declaraciones a Reuters, ha apostado por que las ocho plantas que las autoridades prevén desconectar este año "no sean reactivadas", y "las restantes nueve sean cerradas a finales de la década".

"El riesgo es demasiado alto para justificar el mantenimiento de la energía nuclear". "En un país civilizado, es mejor pensar en otras fuentes energéticas", ha apostillado.