Según el diario "The Daily Telegraph", el Tesoro había advertido a los accionistas que, en caso de nacionalización, el acuerdo con los accionistas sería "de mínimos".La decisión del Gobierno de Gordon Brown de nacionalizar el banco, aunque esperada por muchos, ha sido objeto de fuertes críticas no sólo por parte de la oposición conservadora sino también, aunque por distintas razones, por la prensa británica.El responsable de Economía del Partido Conservador, George Osborne, ha calificado el plan de "catastrófico" y ha dicho que su partido se opondría al mismo.Primera nacionalización desde 1970La nacionalización de Northen Rock es la primera que efectúa un gobierno británico desde los años setenta. El contribuyente británico está subsidiando actualmente al banco con créditos y garantías que totalizan en torno a los 55.000 millones de libras (73.700 millones de euros).Con la nacionalización, dado el elevado pasivo actual del banco,
la factura para el erario público puede ascender a 110.000 millones de libras (147.400 millones de euros).El Gobierno pretende sostener así al banco hasta que mejoren las condiciones del mercado y pueda obtenerse un mejor precio por la venta de sus activos.El ministro de Economía ha nombrado como nuevo presidente del banco a Ron Sandler
, ex alto director ejecutivo de Lloyd's de Londres, generalmente elogiado por haber salvado a finales de los noventa de la quiebra a esa aseguradora, amenazada por multimillonarias demandas de damnificados por el asbesto.Sandler ha criticado en varias ocasiones a la industria de servicios financieros por lanzar productos complicados que tienen costos elevados y baja rentabilidad.Se critica lo tardío de la medidaVarios diarios, desde el "Financial Times" hasta "The Guardian", pasando por "The Times", critican esta mañana las vacilaciones del Gobierno laborista y la tardanza en nacionalizar el banco.Para el conocido comentarista del "Financial Times" Martin Wolf, la nacionalización del banco es la decisión correcta, pero "debió de tomarse hace meses". "Tan pronto como se hizo evidente que el banco sólo podría sobrevivir con generosas garantías del sector público, toda solución del sector privado no podía ser sino simple espejismo", explica Wolf.Para The Times, desde el principio casi todo el mundo, salvo el primer ministro, Gordon Brown, y su ministro de Economía, tenían claro que "la única salida sensible y moralmente justificada", una vez que Northen Rock tuvo que recurrir a las ayudas del Tesoro, era la nacionalización.Esta debía haber sido sólo la primera de las difíciles decisiones del Gobierno, escribe el periódico, según el cual "el objetivo de la nacionalización debería haber sido, y al final tendrá que ser, recuperar cuanto antes los 100.000 millones de libras de los contribuyentes e impedir mayores daños al sistema financiero cerrando el banco y despidiendo a la mayor parte de la plantilla"."The Guardian" señala por su parte que la admisión de que no había más remedio que nacionalizar el banco fue "un momento de vergüenza para un Gobierno que ha intentado durante seis meses evitar lo inevitable" y afirma que "un gobierno más valiente" habría llegado antes a esa conclusión."El Gobierno asumió los riesgos de Northern Rock al garantizar sus deudas el pasado verano, y a partir de ese momento (el banco) dejo de ser viable como empresa privada", comenta el periódico."Cualquier solución mixta entre el sector público y el privado -agrega "The Guardian" - habría dejado todos los riesgos al contribuyente mientras que todo el beneficio habría sido para la City".