La deriva de esta situación es por un lado el coronavirus que ha afectado a la movilidad y a la industria en general, por lo que Repsol no está vendiendo combustibles y todo parece indicar que esto va a seguir durante los próximos meses.
Y por otro lado, a Repsol, a pesar de ser una de las compañías que antes han visto la "revolución verde", le ha pillado con el pie cambiado, todo el dinero que va a venir de EUropa va destinado a políticas de digitalización y transformación energética, justo en dónde Repsol quiere posicionarse, pero para ello aún le faltan muchos años y el mercado no le está premiando, sino castigando en este caso.
A nivel institucional, los grandes fondos de inversión han perdido el 50% de su inversión en Repsol, podemos ver cómo por ejemplo BlackRock con el 5% del capital y Vanguard con un 3%, los inversores más expuestos son el fondo soberano de Noruega, Norges Bank, que controla un 2,52%, seguido de BlackRock (1,87%), Amundi (1,04%), Citadel Advisors (0,92%), Schroder IM (0,78%), Invesco AM (0,72%), Union Investment Privatfonds (0,68%) y UBS (0,59%).
También, el fondo soberano propiedad del Gobierno de Singapur, que aún controla el 1,41% del capital. Todos ellos mantienen exposición a Repsol, que se ha comprometido con su dividendo pese a que otras grandes del sector han recortado o eliminado su retribución al accionista por la pandemia.
Además, JPMorgan declara una participación sobre el 6,85% del capital derivado de la guerra con Sacyr. Todos estos inversores institucionales se han quedado "pillados" en el valor.
Repsol, bajista en bolsa
En los indicadores premium de Estrategias de Inversión, vemos que la compañía está claramente bajista, de hecho acaba de bajar de una puntuación de 2 puntos sobre 10 posible a un 1. Todo un suspenso en toda regla en bolsa y muy malas noticias para el accionista.
Ahora mismo el valor es claramente bajista en bolsa y no debemos esperar una remontada en el corto plazo.