De acuerdo con cifras oficiales británicas, el desempleo en el Reino Unido se sitúa en el seis por ciento de su fuerza laboral, con 1,86 millones de parados, la cifra más alta desde 1997.

El director económico del CIPD, John Philpott, resaltó que el instituto había advertido hace un año de que el 2008 sería el peor año para los empleos en una década, pero ha señalado que la situación empeorará y la supresión de empleos continuará en el 2010.


Según el instituto, uno de cada cuatro trabajadores británicos no espera un aumento de sueldo el año próximo.

De acuerdo con Charles Cotton, asesor del CIPD, los empleados son "realistas sobre sus perspectivas de sueldo", mientras que los "empleadores tendrán que trabajar duro para buscar nuevas formas de motivar a sus empleados para que puedan rendir".

"Más que nunca, este es el momento de que las organizaciones participen en una comunicación abierta y directa con el personal, explicando claramente las razones de cualquier medida difícil que les pueda afectar", agregó Cotton.