Todo después de los máximos históricos alcanzados ayer por los índices y con los inversores obviando el ataque que sufrió el Capitolio el pasado miércoles, que se ha saldado con cuatro fallecidos, decenas de heridos y con la petición, por parte de los demócratas, de la destitución de Trump por incentivar el asalto. 

Poco antes del cierre, Donald Trump dijo que fomentará que el próximo 20 de enero  -cuando Biden sea nombrado presidente de EEUU- haya una “transición ordenada” a pesar de mostrar su desacuerdo con el resultado electoral. 

Ayer los índices cerraron con fuertes subidas. El NASDAQ 100 subió un 2,6% y cerró por encima de los 13.000 puntos por primera vez en la historia. El Dow Jones subió un 0,7% mientras que el S&P 500 cerró con subidas del 1,5%. 

Una subida que se produce con los inversores descontando un mayor estímulo fiscal que podría favorecer "a compañías energéticas y cíclicas, incluidas financieras, industriales e incluso de consumo discrecional", asegura Tom Lee de Fundstrat en declaraciones a la CNBC.

Por su parte, Gary Schlossberg, estratega global de Wells Fargo Investment Institute, señala que los movimientos recientes del mercado podrían verse reforzados por el crecimiento de las ganancias empresariales este año. “Creemos que parte del optimismo se manifestará hasta cierto punto por un mejor crecimiento de las ganancias y, tal vez, el mercado también esté valorando algo de esto últimamente dando a las bolsas algo más de ventaja”, indica.

La economía estadounidense destruyó 140.000 puestos de trabajo en el mes de diciembre como consecuencia principalmente del impacto de las medidas implementadas para frenar la propagación de la segunda oleada de contagios de covid-19, aunque la tasa de paro del país se mantuvo estable en el 6,7%, según los datos publicados este viernes por la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo estadounidense.

En diciembre, tanto la tasa de paro (6,7%) como el número de desempleados registrados (10,7 millones) se situaban muy por debajo de los máximos contabilizados en abril de 2020, cuando la tasa de paro legó al 14,8% y la cifra de desempleados se disparó hasta los 23,1 millones. No obstante, ambas referencias se mantienen sustancialmente por encima de los niveles precrisis, cuando en febrero de 2020 la tasa de paro era del 3,5% y el número de desempleados alcanzaba los 5,7 millones.

Desde la Reserva Federal de EEUU ayer apuntaron que la recuperación económica en EEUU será desigual con resultados muy distintos en todos los sectores al tiempo que estima una desaceleración del PIB en el primer trimestre, según Patrick Harker. 

Por su parte, James Bullard, de la FED de St. Louis declaró que las vacunas suponen que la crisis desaparecerá en próximos meses y estima que la economía se recupere en esta primera mitad de 2021 aludiendo  a una política fiscal  excepcionalmente efectiva” diseñada para un mayor shock. Claro que estas declaraciones se produjeron en un día en que EEUU confirmó haber superado la cifra de 4000 fallecidos por primera vez. 

En el mercado de divisas, el dólar cotiza este viernes en niveles no vistos desde 2018 frente a otras divisas a la espera de los datos de empleo en EEUU que podrán brindar claves sobre la extensión del estímulo fiscal necesario para impulsar una economía golpeada por el coronavirus. 

Las victorias de los demócratas en las elecciones al Senado federal dan al presidente electo Joe Biden espacio para aprobar un mayor gasto, que los analistas proyectan que fomentará el apetito por los activos de riesgo y será negativo para los bonos y el dólar. A estas horas, sin embargo, el euro cede ligeramente hasta los 1,2248 dólares. 

En el mercado de materias primas, el barril de Brent sube un 1,52% hasta los 55,30 dólares, mientras que el West Texas estadounidense se revaloriza un 1,53% hasta los 51,65 dólares.

Arabía Saudí ha decidido recortar un millón de barriles de petróleo para compensar el incremento de Rusia y Kazajistán. Los inversores de crudo estarán atentos a los posibles movimientos de la Administración Biden. "El comienzo de año está creando movimientos en el mercado del petróleo debido a la última reunión de la OPEP y sus aliados, ya que el exceso de oferta originado en la última parte del año 2020 y el fuerte descenso por el incremento de contagios, puso en jaque a los productores", indica el analista de IG Diego Morín.