La empresa de servicios financieros Robinhood ha iniciado formalmente el primer paso para empezar a cotizar en el mercado americano según ha informado la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y rescatado por Europa Press.
En el folleto de la operación remitido el pasado jueves a la SEC no se indica el volumen de acciones ni precio al que se espera lanzar la acción al mercado. Aunque se estima que la colocación inicial podría alcanzar los 100 millones de dólares (84.3 millones de euros).
En la Oferta Pública de Venta (OPV) participarán entidades colocadoras como Goldman Sachs, JPMorgan, Barclays, Wells Fargo, Citiproup, Mizuho, BMO Capital Markets, KeyBanc Capital Markets, Piper Sandler, Rosenblatt Securities, Banco Santander, Academy Securities, Loop Capital Markets, Ramírez & Co y Siebert Williams Shank.
En 2020, la firma se anotó un beneficio neto atribuido de 7.4 millones de dólares (6.2 millones de euros) frente a las pérdidas de 106.6 millones de dólares (89.9 millones de euros) del 2019. Los ingresos se multiplicaron por tres para alcanzar los 958.8 millones de dólares (808 millones de euros).
Pero no todo es color de rosas en la firma, ya que la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera de Estados Unidos (FINRA) impuso una sanción el pasado miércoles a Robinhood por un valor de 70 millones de dólares (60 millones de euros) a la compañía por los perjuicios ocasionados a millones de clientes en los últimos meses.
"La multa impuesta en este asunto, la más alta jamás impuesta por la FINRA, refleja el alcance y la gravedad de las infracciones de Robinhood, incluida la conclusión de FINRA de que Robinhood comunicó información falsa y engañosa a millones de sus clientes", dijo la jefa del departamento de aplicación de FINRA, Jessica Hopper.
La información falsa a la que se refirió la entidad reguladora incluye acusaciones de que Robinhood tergiversó las operaciones de margen, las tenencias de efectivo de los usuarios en las cuentas de la aplicación, el riesgo de pérdida en el comercio de opciones, cuánto poder de compra tenían los usuarios y la información relativa a las opciones de compra de margen. Según el organismo regulador, "Robinhood no admitió ni negó los cargos, pero consintió en la entrada de las conclusiones de FINRA".