Según Financial Times, que cita fuentes cercanas a la situación, Portugal anunciará antes de la reunión del Eurogrupo del próximo lunes que saldrá limpia del programa de rescate de 78.000 millones de euros. Como ya hizo Irlanda, Lisboa no necesitará más apoyo para financiarse a pesar de las especulaciones sobre que el país pediría al finalizar la asistencia financiera internacional una línea de crédito preventiva. El programa de rescate llega a su fin el 17 de mayo.

“Una salida limpia del rescate es un non-event”, apuntan los expertos de Barclays restándole importancia, porque consideran que ya está ampliamente descontada por el mercado. No obstante, advierten de que la línea de crédito de la “troika”, esto es, los acreedores internacionales que le dieron el rescate (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo), podría ser bien recibida por el mercado ya que la fragilidad de la economía lusa se mantiene. Barclays cree que si el primer ministro, Pedro Passos Coelho, no la solicita es por imagen política.

“El Gobierno intenta demostrar, como es natural, a la sociedad que el programa ha funcionado y que el país se recupera de forma gradual”, opina Barclays, que no se olvida de que las elecciones al Parlamento Europeo se celebran el 25 de mayo. Este ambiente de campaña electoral es, además, poco propicio en cualquier país miembro para explicar a los votantes que hay que seguir inyectando dinero en países de la periferia.

M.G.