No estamos en el momento tecnológico en Wall Street, ni mucho menos. Las caídas acumuladas por los principales valores del sector lo avalan e incluso, indicando que a pesar de los atractivos precios que presentan, hay que ser muy selectivos en la elección de nuestras inversiones. Y se da la circunstancia de que, valores “ideales” en tiempos de pandemia ahora, ya no lo son.
La inflación lo impregna todo y es la peor receta para estas compañías, que alejan a los inversores que tratan de cubrirse con otros valores más propicios ante la subida de precios y en tiempos de incertidumbre en el mercado con la rápida subida de tipos ya iniciada en Estados Unidos.
NVIDIA es uno de esos casos de muy bien a mal, con caídas importantes como ahora veremos en lo que va de año tras vivir, en los dos últimos, ejercicios de ensueño, primero a costa de quedarse en casa y de la demanda más que al alza, entre gamers y mineros de sus chips y segundo por la escasez de los mismos, que ha elevado cuantiosamente su precio y por tanto sus ganancias.
Ahora el panorama es muy diferente y lo que es peor, se complica para próximos trimestres. Acaba de presentar sus cuentas de su último periodo, el primer trimestre fiscal de 2023, con fecha final el 1 de mayo. Su ganancia por acción alcanza los 1,36 dólares por encima de los 1,29 dólares por título esperados. Mientras que los ingresos se han colocado en los 8,290 millones de dólares y el mercado esperaba 8.110 millones.
Buenos datos, que superan las estimaciones, pero que hacen aguas sobre todo por el futuro. De momento la compañía ha indicado que reducirá su ritmo de contratación y que controlará sus gastos, como respuesta a lo que considera un entorno macroeconómico, el actual, desafiante. Y es que han subido un 35% hasta superar los 1.600 millones de dólares.
Y a consecuencia de ello, sus ingresos se resentirán a futuro. En concreto en 500 millones si no fuera por la persistencia de la guerra rusa en Ucrania y por los bloqueos de ciudades por el Covid-19 en China. Y espera que el próximo trimestre sus ingresos alcancen los 8.100 millones por debajo de las expectativas de 8.540 esperadas.
Cal y arena, porque lo cierto es que sus ventas han aumentado un 46% interanuales y sus principales negocios, como la venta de juegos y sobre todo los centros de datos siguen creciendo a gran ritmo.
En su gráfica de cotización vemos como el valor recupera de forma fulgurante casi un 10%, en concreto un 9,8% en las últimas cinco sesiones bursátiles, con recortes del 8,3% en el mes, del 23% en el trimestre, mientras que, en lo que va de año, las caídas para la cotización de Nvidia superan el 36,6%.
En cuanto a recomendaciones, el aspecto general sigue siendo el recorte por parte de los expertos del mercado, pero la diferencia básica entre las firmas radica en sus oscilantes precios objetivos. Es el caso de Robert W Baird que han reducido su PO de forma drástica hasta los 165 dólares desde los 225 anteriores para el valor.
Lo mismo ha ocurrido en el caso de Raymond James, pero la diferencia es su nuevo precio objetivo: 250 dólares por título que recortan desde los 365 anteriores para las acciones de Nvidia. Atlantic Securities también reduce su PO sobre la empresa de centros de datos hasta los 205 dólares por acción.
En cuanto a TipRanks lo cierto es que de los 32 analistas que siguen el valor, 27 se decantan por comprar los títulos de Nvidia en el mercado y 5 por mantenerlos en cartera. Con un precio objetivo de 271,41 dólares por acción de media entre los expertos consultados, lo que supone otorgarle un recorrido alcista del 47%.
Y, en cambio, desde Bank of America sigue siendo optimistas ante el discurrir futuro de sus acciones. Recomienda comprar sus acciones y le otorga un precio objetivo de 375 dólares al entender que el mercado subestima a esta compañía en continua transformación hacia la próxima generación de tendencias tecnológicas.