Las digestiones pesadas es lo que tienen. No te puedes confiar, hay que tomárselo con calma, porque cuando menos te lo esperas, se produce una regresión y el cuerpo es sabio respecto a los excesos que cometemos. Lo mismo le está pasando a Netflix en el mercado.
Un principio de 2020 maravilloso, en el que pasó por encima de Disney mientras el “quédate en casa” y las suscripciones exponenciales hacían el resto. Más de 200 millones de adscritos en el pasado ejercicio a su innumerable catálogo de series, películas y documentales.
Pero sus competidores, incluido Disney, no se han quedado parados: desde la mejora de contenidos hasta la compra de grandes estudios. Y aunque sigue siendo el Rey de Reyes, se le puede destronar. La parte positiva, es que Netflix ya se ha transformado en su vida anterior en un giro de 360 grados, cuando su gran sueño era destronar a Blockbuster al que ayudó en su desaparición. Y por supuesto puede volver a hacer lo mismo.
Y en esas lides entra en escena su servicio de videojuegos. Y no será, por lo que parece un servicio cualquiera. El proyecto se implementa como guía con el servicio Apple Arcade: con el pago de los suscriptores por utilizar un catálogo de juegos de alta calidad, aunque está por ver cómo se implementa.
Las primeras informaciones nos cuentan que será un atractivo más para los suscriptores: en principio no se pagaría más por acceder a los videojuegos. Y es que sin fuentes alternativas al streaming, es el espaldarazo que sus directivos consideran que la empresa necesita ante la fatiga de unas suscripciones que han sumado 4 millones más en el primer trimestre hasta superar los 208 millones de suscriptores.
Números claramente insuficientes para las expectativas del mercado. No olvidemos que estamos hablando de un mercado que no deja de crecer, el de los videojuegos y que factura la friolera cifra de 147.000 millones de euros
Así 2021 no está resultando, de momento su año bursátil. Sin embargo, se encuentra en plena fase de recuperación, con avances del 11% desde sus niveles más bajos desde el pasado 12 de mayo. En la semana precedente cede un 1,06% aunque en el último mes recupera un 7,70%. En el trimestre pierde un 3% y gana, en el semestre un 6,5%. Peor se mantiene en negativo en el año, con recortes que rozan el 2% desde que comenzara el ejercicio.
De momento confía en la experiencia con la contratación de Mike Verdu, a quien nombra vicepresidente de desarrollo de juegos, un viejo conocido de la industria que viene de Electronic Arts y de Facebook Reality Labs para liderar sus novedades, en un mercado muy goloso, pero nada fácil. Lo hemos visto con Google y su Stadia, su nueva plataforma en el sector gaming en streaming que no termina de coger onda o Amazon con su Crucible o su plataforma Luna.
De momento no es que el mercado lo haya celebrado a lo grande, pero los analistas siguen confiando en el valor. El último en hacerlo, UBS que eleva su precio objetivo hasta los 620 dólares por acción al entender que los suscriptores de la plataforma crecerán en la segunda parte del año y que ello impulsará la cotización de Netflix en el mercado. Y por supuesto el incipiente mercado de videojuegos en línea.
También desde Keybank, apuestan por más adhesiones a la plataforma por lo que reiteran su precio objetivo de 650 dólares la acción. Mientras desde TipRanks, de los 35 analistas que siguen el valor hay 25 que optan por comprar, 7 por mantener y 3 se decantan por vender sus acciones. Su precio objetivo medio, 605,60 dólares, lo que le otorga un potencial del 14,20%.
Pero el verdadero examen para la compañía se producirá mañana mismo, cuando Netflix tiene previsto presentar resultados. Se espera que la compañía no decepciones mientras se descuente que los ingresos alcancen los 7.360 millones frente a los 7.160 registrados en el primer trimestre. En cuanto al beneficio por acción, se descuenta ya una reducción a los 3,15 dólares en este segundo trimestre frente a los 3,75 del primero. Y los expertos apuestan por ello por sus precedentes: en los últimos seis trimestres Netflix ha batido las expectativas de Wall Street.