Intel es algo así como una de las “ovejas negras” del año en Wall Street. Factores como la caída de ventas de ordenadores personales en todo el mundo, tras el boom vivido en la pandemia, para el ocio y el teletrabajo principalmente, siembra de dudas su nivel de ingresos para los próximos trimestres. Esto, unido a la máxima competencia que viene de la mano de NVIDIA y Advanced Micro Devices por un lado y por el otro con Taiwan Semi Sp ADR Taiwan Semiconductor Manufacturing en la fabricación de chips, por el otro.
Dos caras de la misma moneda que están llevando al valor a presentar números muy negativos, el segundo peor del Dow Jones en lo que va de año y con un recorrido, que ha dejado de lado cualquier recuperación mientras se mantiene peligrosamente en zona de mínimos anuales, los cosechados por el valor, en los 24,59 dólares el pasado 13 de octubre, a años luz, exactamente por encima del 50% de sus mejores niveles en los 56,28 dólares por acción, que marcaba el pasado 12 de enero, poco después de comenzar 2022.
En su gráfica de cotización vemos que los títulos de Intel se mueven con caídas del 4% en la última semana, que ascienden al 7,8% en el último mes. En el trimestre, los recortes del valor se mueven por encima del 11,3% mientras que, en lo que llevamos de 2022 los recortes en el precio de Intel superan el 45,6%.
Lo primero para mejorar sus cifras pasa por su política de despidos que ha comenzado a implementar, con más de 200 personas de forma inicial en California, dentro de su programa de recorte de gastos. Todo ello implementado con una política, por ejemplo, en Irlanda de tres meses de descanso sin sueldo. La compañía, sin embargo, no ha hecho público, de forma oficial, un programa establecido de despidos en la compañía.
Su idea es reducir en 3.000 millones de dólares los costes de la compañía y elevar ese recorte hasta los 10.000 en 2025.
De ahí que los analistas sigan sin confiar en el valor, ante los problemas que enfrenta. El último en hacerlo, Harlan Sur, el analista de JPMorgan que infrapondera el valor en su revisión sobre los títulos de Intel frente a la calificación anterior de sobreponderar sus acciones en el mercado. Y coloca en 32 dólares su nuevo precio objetivo.
En concreto, desde JPMorgan ponen sobre la mesa la pérdida de participación de mercado de Intel en medio de la competencia actual y la caída en la demanda de PCs a nivel global. De hecho, considera que otras empresas han tenido un mejor desempeño en este entorno macroeconómico y considera además que la compañía tenderá dificultades para recuperar su equilibrio en los próximos meses.
Desde TipRanks, de los 30 analistas que siguen el valor, 19 apuestan por mantener sus acciones, 3 por comprar y 8 por vender. Su precio objetivo medio alcanza los 29,44 dólares por acción, con un recorrido alcista potencial de apenas el 5%.
También desde Cowen, su analista Matthw Ramsay reduce su precio objetivo hasta los 31 dólares por acción con una calificación de igual que el mercado, ya que considera que a pesar de la fuerte caída del valor en el Dow Jones en lo que va de año, todavía no considera que sea una oportunidad de compra atractiva.
Pero hay incluso quien coloca por debajo de sus mínimos anuales su expectativa de PO. Hablamos de Bernstein que infrapondera el valor en su recomendación con precio objetivo de 23 dólares. Señala su analista Stacy Rasgon que las ventas en la industria de semiconductores han caído un 10,9% mensual, un descenso que está muy por encima de la media del 6,9.
Los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión colocan a Intel con una de las peores notas del Dow Jones, en modo bajistas y recortado en un punto, que colocan la puntuación total del valor en los 2 de los 10 posibles para sus acciones. Solo en positivo se mueve la tendencia a medio plazo que es alcista.
El resto, con tendencia bajista a largo plazo, momento total, lento y rápido que es negativo para el valor, con volumen de negocio a medio y largo plazo que es decreciente para los títulos de Intel y la volatilidad o rango de amplitud que se muestra creciente a medio y largo plazo.