A principios de los años 80 el grupo The Buggles publicaba el que posteriormente sería su mayor éxito, “Vídeo Killed the radio star” (el vídeo mató a la estrella de la radio). Una canción que detalla cómo la evolución tecnológica en la industria de la música dejaba como cadáveres en el camino a aquellos grupos que no habían sido capaces de adaptarse a las novedades que imponía la irrupción del vídeo.
Si hay una industria en la que estamos viendo ahora mismo un efecto muy superior es en el de las minoristas, sobre todo, las estadounidenses. La irrupción de Amazon, que empezó como una librería online en prácticamente todos los aspectos de nuestro día a día está dejando descabezada al sector en Estados Unidos.
Los analistas de Bespoke Investment acuñaron hace unos años la expresión de Death By Amazon (asesinados por Amazon) para describir cómo el gigante del comercio electrónico estaba deteriorando los márgenes de la industria y las perspectivas para un sector que no se está adaptando a estos cambios.
“Como cualquier pandemia, empezó con su fanfarria en los libros, pero entonces Amazon dio el salto a la electrónica, la ropa, y cualquier otro subsector de la industria. Para algunos productos que parecían ser susceptibles de estar en Amazon hace cinco años, la plataforma es ahora el primer lugar de compra. Incluso con el entretenimiento”, indican en Bespoke. Señalan en la firma que Amazon invierte ahora mismo más en programación audivisual que NBC, ABC o HBO. Sólo otro disruptor, Netflix, gasta más que la firma de Jeff Bezos (4.500 millones frente a 6.000 millones de dólares).
Explican estos expertos que “a medida que Amazon infecta a la industria minorista, los inversores siguen acumulando posiciones cortas apostando en contra de las firmas tradicionales”. Afirman que la semana pasada las posiciones bajistas alcanzaron niveles máximos en este sector desde la última recesión. “Gran parte de esta tendencia se debe al temor de que Amazon va a seguir ocupando el espacio que hasta ahora había dominado la industria tradicional para pasar a marginarlos”, explican.
No es de extrañar. El viernes, cuando Amazon anunciaba la compra de Whole Foods, Amazon mejoró un 3% su valor en bolsa, subiendo prácticamente lo mismo que iba a gastar en la compra. Sin embargo, cuando se observa a la evolución de sus competidores “estaban cayendo como moscas” en bolsa, afirman en Bespoke Investment. Aseguran que “de las 54 empresas que componen el DBA (índice de Death By Amazon), la caída media fue del 3%.
Tal y como se puede ver en la tabla, siete de esas compañías se dejaron en el mercado más de 500.000 millones de dólares en capitalización. La que más, Wal-Mart, que perdió 12.000 millones en bolsa, más de lo que valía Whole Foods antes de que se anunciara el trato. En total, calculan en la empresa, las siete empresas perdieron una capitalización de 30.000 millones de dólares.