Después de que Rusia hiciera caso omiso de las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y siguiera adelante con la anexión de Crimea, ambos lados del Atlántico aumentaron ayer la apuesta con un “castigo” mayor.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que “procedemos, como prometimos, a imponer costes adicionales a Rusia”. En un comunicado, Obama ha explicado que las nuevas sanciones van dirigidas a “otros individuos con recursos e influencia significativos que dan apoyo material a los líderes de Rusia, y a un banco que da apoyo significativo a estos individuos”.
En Europa, los líderes han tomado medidas similares. “En la ausencia de una rectificación por parte de Rusia, el Consejo Europeo ha decidido ampliar el listado de individuos sometidos a la prohibición de viaje y la congelación de activos. Añadimos 12 nombres más al listado de 21 anunciados previamente”, explicó ayer Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. “Además, cancelamos la cumbre UE-Rusia y los Estados miembros también cancelarán las habituales cumbres bilaterales”, ha añadido.
Asimismo, Van Rompuy advirtió a Rusia que habrá “consecuencias” si no da marcha atrás en el conflicto con Ucrania sobre Crimea. “Con esto queremos decir consecuencias con respecto a un rango generalizado de asuntos económicos”, ha explicado.
Poca reacción se ha visto en Rusia, aunque Moscú ya ha respondido con sanciones parecidas a nueve americanos prominentes, según informa The New York Times. Interfax, por su parte, informa de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se ha reunido con su equipo de seguridad. “Se ha hablado del tema de las sanciones”, ha dicho el portavoz del Gobierno ruso, Dmitry Peskov, a la agencia. Por último, RIA afirma que el primer ministro de Rusia, Dmitry Medvedev, ha declarado que Ucrania debería pagar 11.000 millones de dólares (7.977 millones de euros) a Moscú debido a la cancelación de un acuerdo de gas barato.
J.M.