“Vivieron felices y comieron perdices”. Bonitas palabras que llegan al final de cada cuento de hadas para que los niños sepan que más allá de la última página nunca ocurrió “nada malo”. Sin embargo, no son palabras que aparecen en las noticias sobre la última visita de la “troika” (representantes del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo) a España hoy lunes para evaluar la situación de la banca antes del “cierre” del rescate al sector financiero español.

Este programa de asistencia financiera para los bancos españoles comenzó en julio de 2012 con una línea de crédito de 100.000 millones de euros, de los que finalmente se han utilizado sólo 41.300 millones. En la última reunión del Eurogrupo el pasado 14 de noviembre, los ministros de Finanzas de la Zona Euro acordaron certificar el final de este rescate. “Hemos acordado en el Eurogrupo que cuando el programa expire, a principios de enero, se acabará”, proclamó el ministro español Luis de Guindos, confirmando que sería una “salida limpia”, es decir, no lleva aparejada ninguna condición adicional a las ya impuestas. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, también aplaudió a España en la rueda de prensa posterior a aquel encuentro: “Respaldamos plenamente la decisión de España para una salida limpia del programa. Gracias a éste, los bancos españoles están ahora más fuertes, son más resistentes y la regulación supervisora también ha sido fortalecida”.

Hoy lunes la “troika” planea -en palabras de Ángela Gaviria, portavoz del FMI- “elaborar el quinto y último informe independiente de vigilancia de la reforma del sector bancario de España”. Se esperan los resultados preliminares el próximo 16 de diciembre, con el informe final a principios de febrero.

No obstante, y a pesar de la “salida limpia”, éste no es el final definitivo del cuento. Bruselas ya ha indicado que mantendrá una “vigilancia especial” sobre España, que consiste en dos revisiones anuales, hasta que el país haya devuelto el 75% del préstamo, que lleva un plazo de devolución de hasta 15 años. Asimismo, la misma “troika” indicó en su último informe que la banca española sigue “vulnerable” a la mala situación de la economía y advirtió, por lo tanto, que debe reforzar sus niveles de capital.

A pesar de confirmar la semana pasada que España salió “técnicamente” de la recesión tras publicar un débil crecimiento del 0,1% para el tercer trimestre, la gran mayoría de los expertos también advierte que el país sigue en una situación muy frágil. Así se mostró el pasado viernes Barclays. Estos expertos sí destacaron las numerosas mejoras en la situación de España: la mejora en el crecimiento económico, la estabilización del desempleo, la fortaleza de las exportaciones, o las mejoras en capital y posiciones de financiación de los bancos. En este último caso, advirtieron que no todo es una visión positiva, porque reconocían que “persisten fragilidades, como riesgos en la calidad de los activos”.

También algo más optimista, Standard & Poor's (S&P) elevó el pasado viernes la perspectiva sobre España hasta estable, desde negativa, debido a que las exportaciones están mejorando y el crecimiento registra una recuperación gradual, algo que ha logrado gracias a las reformas estructurales y fiscales y el efecto positivo de las políticas de la Zona Euro. No obstante, la agencia también señaló los posibles riesgos, como la falta de reformas estructurales adicionales, un deterioro en la economía o una subida en las costes de financiación debido a la pérdida de confianza entre los inversores. Por eso, cabe reiterar que la perspectiva cambió de “negativa” a “estable”, lo que en palabras de S&P significa que “la probabilidad de una revisión, sea al alza o a la baja, en el rating durante los próximos dos años es menos de un 33%”, o lo que es lo mismo, aunque la agencia no espera el “fin del mundo”, tampoco prevé una mejora cercana.

Asimismo, tras la publicación del desempleo de la Zona Euro (que cayó tan sólo una décima hasta el 12,1%), los expertos de Capital Economics recordaron que “el crecimiento está lejos de ser suficientemente fuerte para reducir el paro de forma significativa, particularmente en los países periféricos”. Con una tasa de paro superior al 26%, sólo la rescatada Grecia supera los altos niveles de desempleo en España.

Así, aunque los representantes del Gobierno, junto con algunos de los principales líderes de las empresas del Ibex 35, como Emilio Botín, César Alierta o Isidre Fainé, afirman que la crisis ha terminado, más de uno de cada cuatro españoles considera que “colorín, colorado, este cuento no ha acabado”.

Jason Martin