El ejército tailandés ha tomado el control de las calles de Bangkok y de las cadenas de televisión tras la declaración de la ley marcial en todo el país. Prayuth Chan-ocha, jefe militar, ha afirmado que no se trata de un golpe de Estado, por lo que no supone la caída inmediata del Gobierno interino.
La imposición de la ley marcial concede al ejército autoridad sobre los poderes civiles para garantizar el orden, censurar medios de comunicación o prohibir reuniones. Según Chan-ocha, era una necesidad tras seis meses de parálisis institucional y manifestaciones. Algunas emisoras de radio y televisión han dejado de emitir tras el decreto militar, mientras que otras han recibido la orden expresa de no informar "en detrimento de la seguridad nacional".
Los principales selectivos asiáticos han terminado en terreno positivo; Tailandia se ha resentido tras la declaración de la ley marcial. Sobre la situación actual del país, comentan los expertos de Daiwa Securities que “no supone un gran riesgo geopolítico, pero pesa sobre el mercado porque faltan otros catalizadores”.
M.M.