Aunque fueron las declaraciones del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Dallas, Richard Fisher, las que acapararon la atención del mercado ayer (indicó que los estímulos no pueden durar para siempre), otros dos miembros de la autoridad monetaria estadounidense hicieron comentarios mucho más acomodaticios que sugieren que el tapering (reducción en el programa de compra de activos) no será una opción a corto plazo, mientras que el presidente de la Fed de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, incluso ha calificado el cambio en las expectativas del mercado sobre el comienzo de la reducción en los estímulos como “desconcertante”.

Antes de la publicación el pasado viernes del Informe de Empleo, el consenso esperaba la llegada del tapering en marzo de 2014, pero los datos, mejores de lo esperado, han llevado a algunos expertos a adelantar su previsión hasta incluso la próxima reunión en diciembre. De hecho, en un informe publicado ayer, los economistas de Morgan Stanley fijaron la probabilidad del comienzo del tapering en el último mes de 2013 en el 40%, con una subida hasta el 60% para enero.

Pero el guidance de la Fed marca el 6,5% como el umbral de desempleo para considerar una reducción en las compras mensuales de 85.000 millones de dólares en activos y el mismo banco central prevé una inflación por debajo de su objetivo del 2% a medio plazo, por lo que Kocherlakota se extrañó del brusco cambio en las expectativas del mercado. “Reducir el flujo de compras a corto plazo frenaría un ya de por sí lento ritmo de progreso de la economía hacia los objetivos de la Fed. Desde una perspectiva de esta estrategia orientada en las metas, la aparición ahora de esta idea (del tapering) parece desconcertante,” dijo ayer Kocherlakota. Asimismo, repitió el compromiso de “hacer lo que haga falta” y señaló que podría incluir “posiblemente un aumento en los estímulos”.

Cabe destacar que Kocherlakota no tiene derecho de voto en el comité de la Fed este año, pero formará parte del equipo de decisión sobre los tipos en 2014. En varias ocasiones desde septiembre, abogó incluso por bajar el umbral de desempleo hasta el 5,5%, un nivel que muchos economistas consideran fundamental para conseguir “el pleno empleo”.

El presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, también hizo declaraciones parecidas, considerando que el análisis del tapering “debería centrarse principalmente en el empleo y la inflación. Ambos se encuentran bastante lejos de los niveles consistentes con nuestro mandato”.

En este contexto, Lockhart señaló que la inflación sigue siendo “demasiado baja”, lo que presenta un riesgo de estancamiento de la expansión económica. “La política monetaria en general debería seguir siendo muy acomodaticia durante bastante tiempo”, explicó.

“Aunque la economía crece y logramos progreso en la reducción de paro, hay serias preocupaciones en torno a si el modesto ritmo en el crecimiento del PIB es suficiente para mantener un momentum en el empleo”, añadió.

En cualquier caso, Lockhart no descartó por completo la posibilidad del comienzo del tapering en diciembre al admitir que la reducción en el programa de compra de activos “debería estar en la mesa en las próximas reuniones”.

Jason Martin