La rentabilidad de los bonos holandeses se encuentra actualmente en su nivel mínimo en los últimos 500 años, lo que podría ser una señal de una burbuja en el mercado de deuda.
Según el informe de Deutsche Bank “Bonos: la frontera final de la burbuja”, recogido por Business Insider, “la economía global ha ido pasando de una burbuja a otra” y “los bonos son el lugar donde ha migrado” tras su último pinchazo.

“Desde hace tiempo tenemos la impresión que durante las dos últimas décadas la economía global ha ido pasando de una burbuja a otra, provocando una serie de excesos que nunca deberían haber sido permitidos. Por contra, se ha respondido con políticas agresivas que han fomentado que después del pinchazo de una burbuja pasáramos a crear otra”, señala el informe.
Así, desde Deutsche Bank entienden que “la burbuja en el mercado de bonos era una condición necesaria para mantener la estabilidad de la deuda del sistema financiero y es producto de una de las mayores crisis de gestión de las últimas décadas”. “Nuestra preocupación es que a la actual burbuja de bonos ya no le queda mucho combustible adicional, porque ya está en manos de los gobiernos y de los bancos centrales”, aunque no creen “que la burbuja de bonos vaya a estallar en un futuro cercano”.
Para saber si estamos ante una burbuja de bonos no sólo hay que mirar si la rentabilidad es históricamente baja, como en el caso de los bonos holandeses, sino también si la inflación se va a mantener baja durante un largo periodo de tiempo, lo que justificaría la baja rentabilidad.
“Aunque creemos que la actual burbuja en el mercado de los bonos debe ser mantenida para asegurar la solvencia del sistema financiero, en el mejor de los escenarios nos encontraremos con un activo que dará rentabilidades negativas a los inversores. En el peor escenario entraríamos en masivas reestructuraciones de deuda”, advierten.