En un contexto de preocupación en el mercado por la falta de acción del Banco Central Europeo (BCE) para frenar el riesgo de deflación y el miedo a que la Zona Euro pueda repetir la década pérdida de Japón, Sabine Lautenschläger, miembro de la autoridad monetaria, ha respondido a la crítica negando la necesidad de cambiar la política actual e insistiendo en que tienen muchas opciones para actuar si fuera necesario.
“No había ninguna razón fuerte para actuar”, Lautenschläger ha explicado en una entrevista con The Wall Street Journal (WSJ) en referencia a la decisión del BCE de no cambiar la política monetaria en la última reunión del pasado 6 de marzo. “Estamos recibiendo algunas señales positivas de los datos recientes”, ha añadido.
No obstante, fue sólo ayer lunes cuando Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió que “hay, sin duda, riesgo de deflación, especialmente en la Zona Euro”. Incluso antes de la última reunión del BCE, Joachim Fels, economista jefe internacional de Morgan Stanley en Londres, afirmó que había peligro de repetir el error de Japón. “El riesgo de japonización de la Zona Euro es alto y va en aumento”, contó a Bloomberg en una entrevista el día anterior al anuncio del BCE. “La deflación no estaba en el radar de Japón tampoco”, advirtió Fels.
Sin embargo, en su entrevista con WSJ, Lautenschläger ha quitado importancia al peligro, al insistir en que el BCE dispone de muchas herramientas. “Tenemos tiempo para maniobrar. Por ejemplo, podemos implementar un tipo de depósito negativo. Rechazo la idea de que somos complacientes”, ha comentado. Lautenschläger también ha mencionado entre las posibles opciones, aparte de un recorte en tipos, la suspensión de la esterilización de bonos (que se refiere a suspender el drenaje semanal de liquidez de los bancos que estaba en marcha a través del programa de compra de bonos que tuvo lugar entre 2010 y 2012) o podría realizar préstamos a largo plazo a las entidades como ya hizo en las LTROs.
J.M.