“Reconocemos que Calvert es deficitaria y lo seguirá siendo este año y el próximo, pero su rentabilidad mejorará sustancialmente durante los próximos dos ejercicios”, explicaban los analistas de Credit Suisse el viernes, cuando ya se daba por hecha la operación que ha confirmado esta mañana ArcelorMittal. La compañía del Ibex 35 ha adquirido la planta de ThyssenKrupp en Alabama, en consorcio con Nippon Steel y Sumitomo Metal Corporation.

La operación está valorada en 1.100 millones de euros (1.500 millones de dólares). El acuerdo incluye un compromiso durante dos años por parte de ThyssenKrupp Brasil, que garantiza la utilización del 40% de la capacidad, y ArcelorMittal calcula sinergias de unos $60 millones derivadas de esta adquisición.

La firma suiza adelantaba la semana pasada: “Es poco probable que el comportamiento de Calvert cambie las cosas a nivel de grupo en el largo plazo”. Y es que, para estos expertos, este acuerdo no era más que un mero trámite, la clave, en su opinión, es el ciclo: “Y aquí seguimos positivos de que en 2014 se produzca un incremento de los inventarios importante y el consenso mejore sus previsiones”.

Credit Suisse considera que, con su potencial al alza tanto en valoración como en EBITDA, es posible que Arcelor replique en 2013-2014 el comportamiento de 2003-2004.

Mientras, los expertos de Ahorro Corporación Financiera (ACF) consideran esta noticia “como positiva desde el punto de vista estratégico ya que supone reforzar la presencia de ArcelorMittal en el mercado americano”. No difiere de los datos financieros que se manejaban por lo que “no debería tener un impacto significativo en la cotización del valor”.

Sin embargo, el valor lidera ahora las subidas del Ibex y lo hace prácticamente en solitario: sube un 1,53%, hasta los 12,90 euros. Por el contrario, ThyssenKrupp se desploma en el Dax y cede un 6,75%, hasta los 17,965 euros. Además de esta venta, el grupo germano ha anunciado que no repartirá dividendo y que realizará una ampliación de capital mediante la venta de nuevas acciones y con la que espera obtener hasta 1.000 millones de euros, para reforzar balance y reducir su elevado endeudamiento.

En este sentido, Bankinter destaca que la desinversión es una “buena noticia” (ya que trataba de vender este activo desde hace algo más de año y medio) “aunque es algo peor de lo inicialmente previsto ya que todavía mantendrá el 73% de la planta de Brasil”. Sin embargo, añade: “El impacto previsiblemente no será positivo en el mercado (…) no será bien acogido el hecho de que no abone dividendo por segundo año consecutivo y también por la ampliación de capital, ya que tendrá un efecto dilutivo para los accionistas”.

S.C.