El mercado se está fijando en las noticias positivas “dejando de lado las amenazas y noticias negativas”, reconoce Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4. Este experto recuerda que tenemos buenos datos de crecimiento económico “la FED acaba de aumentar su previsión de crecimiento para este año en Estados unidos y los resultados empresariales están siendo buenos, incluso en España las cajas medianas han podido acceder al mercado de emisión para financiarse”. Además, prosigue, el mercado español está consiguiendo emitir la cantidad enorme de deuda que tenía que emitir “pero no tenemos que olvidar que hay incertidumbres muy notables: el bono portugués está por encima del 7%, con lo que ahí podemos tener otro shock de deuda soberana, y el petróleo sigue sumando posiciones”. Aun todo eso, desde Renta 4 creen que será un año positivo para las bolsas.


Pero ¿seguirá habiendo sustos en el mercado de deuda español? Quiñones recuerda que “mientras en Portugal siga habiendo tensiones, la deuda española sufrirá”. Eso sí, se está viendo que no está padeciendo tanto como en crisis anteriores “y parece que el mercado está diferenciando unas economías de otras. Aunque, en menor medida, el mercado seguirá sufriendo”. En nuestro caso, los inversores internacionales están más pendientes de ver cómo se desarrolla la reforma de las cajas de ahorro.


Sobre esta reforma, el director general de Renta 4 confirma que las exigencias al sector “van dirigidas a forzar o impulsar que las cajas de ahorro se conviertan en bancos”. ¿El motivo? Exigir un coeficiente de recursos propios superior a una caja que a un banco “significa que mientras uno hace la carrera a la pata coja el otro va haciendo sprint”. De ahí que sea previsible que el futuro de las cajas de ahorro pase por convertirse en bancos, de los cuales la mayoría terminará cotizando. Lo que no cabe duda – prosigue- es que “se necesita un ajuste muy grande que será duro, llevará años y que no todas las cajas podrán asumir”.

La creación de un “banco malo” que aglutine los activos inmobiliarios de la banca “es una forma de aparcar a corto plazo los problemas a la espera de ser solucionados”. Este experto advierte que los mercados están pendientes de ver cuándo se llevará a la práctica “pues llevamos tiempo hablando de que hay que sanear los balances del sector financiero, van pasando los meses y si no se avanza a la velocidad adecuada los mercados se pueden poner nerviosos”.

Respecto a la posible compra de activos inmobiliarios por parte del FROB – medida propuesta por IU e ICV- Quiñones reconoce que e “si el fondo compra los activos a precios que tienen los bancos y los vende a un nivel inferior, habría una pérdida que habría que ver quién la asume” Si además luego lo vende a un precio inferior “querría decir que los activos que tienen los bancos en balance tendrían que depreciarse y por tanto, volverían a necesitar liquidez”.

Las cajas de ahorro se convertirán en bancos y posteriormente en cotizadas. Pero ¿cómo sabría el inversor por cuál decidirse? El director general de Renta 4reconoce que “habría que mirar la viabilidad de la compañía, perspectivas de crecimiento, precio y comparación con el resto de entidades”. Lo que es previsible – apunta este experto- es que en un corto período de tiempo “haya una afluencia de papel importante y suceda que, ante una oferta amplia y baja demanda, los precios irán a la baja”. Recomienda mirar el posible pago de dividendos, si podrán mantener beneficios en el futuro y lo esencial “será mirar el precio al que salgan las entidades a cotizar para ver si son interesantes”.

Dentro del sector financiero español recomienda ser muy prudentes. Hay que distinguir los dos grandes bancos de la banca doméstica, que ahí sus precios de verán afectados por la afluencia de mucho papel. “Y nos quedamos con los dos grandes bancos”.