¿Cómo valora la situación global tras el dato de empleo en EEUU, que ha permitido al S&P500 alcanzar máximos históricos?

Si hacemos historia en los últimos seis meses nos hemos movido en preocupaciones sobre la situación económica en China y en EEUU, al final son los dos grandes motores de crecimiento mundial. Sin embargo, ahora ambas economías plantean muchas menos dudas, y es lo que está fundamentando no tanto el optimismo sino la tranquilidad sobre un escenario de crecimiento que, aun siendo débil, evita la recesión. ¿Qué ha cambiado?  El Brexit aumentó mucho la inquietud en términos de impacto financiero en los mercados que poco a poco ha ido dando paso a cierta racionalidad que permite cierta oportunidad en sectores que estaban muy penalizados.

Es cierto que los bancos centrales son muy proclives a evitar tensiones en los mercados y los fundamentos son mejores de lo que en principio parecían descontar los índices.

En el caso de Europa estamos mirando al Brexit todavía pues no se sabe qué va a pasar pero el clima ¿puede empeorar con la situación de la banca italiana?
Las autoridades italianas están valorando la posibilidad de convertir el riesgo sistémico del sector a convertirlo en riesgo de algunas entidades. En España por ejemplo el refuerzo que ha habido en el sector ha sido tremendo pero también tuvimos el caso de que unas entidades eran las que tenían problemas pero el sector en su conjunto está saneado. En España no se ha rescatado a ningún banco y ahora mismo es de los más saneados a nivel europeo. En Italia se busca un ejemplo similar. Lo primero es ser transparentes, lo segundo buscar alternativas para sanear las entidades con problemas y que eso no se convierta en un castigo permanente para el sector.

Teniendo en cuenta que los bancos son importantísimos para el crecimiento, es importante eliminar incertidumbres que vayan en contra del mismo.

¿Qué margen de actuación tienen los bancos centrales en un entorno de desafíos como el que estamos viendo?

Los bancos centrales en términos de tipos de interés – de poner más en negativo los tipos – la eficiencia sería limitada. En algún momento se tienen que plantear una normalización de tipos y utilizar las medidas extraordinarias, en términos de compra de activos, en caso de que fuera necesario.  Es cierto que la estabilidad financiera no hay que confundirla con el castigo que están teniendo los bancos y con la banca en la sombra, que genera muchas incertidumbres a medio-largo plazo.

Hablando de tipos de interés, ¿creen que han aumentado las posibilidades de que la FED vuelva a subir tipos este año?
El mercado ha pasado de dar una probabilidad del 10% de subida de tipos este año y un 50% para la segunda mitad del año que viene a darle un 35% este año y cerca del 70% para el año que viene. Por lo tanto, una cierta normalización monetaria es incluso positiva.
Es evidente que la FED en estos momentos tiene que mirar no sólo datos económicos domésticos sino el contexto internacional pero sería un factor de confianza que la normalización de tipos se produjera. Eso, más una mayor certidumbre en términos de regulación, reformas estructurales y aumento de crecimiento potencial, sería muy saludable para determinados sectores como el bancario y el incremento de la capacidad de crecimiento.

Al sector bancario, por los problemas antes mencionados, ¿cuál será la solución final de la banca italiana? ¿Puede haber efecto contagio?

No puedo dar recomendaciones pero es importante recordar los números. Si las ayudas a la banca europea en promedio fueron un 8% del PIB, la ayuda pública a la banca italiana ha sido un 0,8%. La morosidad ha vuelto a aumentar y está cercana al 16%. Es importante buscar alternativas que acompañen a la solución, vía mercado, del sector. Es importante aumentar la confianza del sector y no confundir el problema que pueda tener una determinada entidad al que pueda tener el sector. Es fundamental la transparencia para evitar una crisis sistémica.

Sobre la banca española, bastante tocada, ¿cuáles son los siguientes pasos para seguir adelante?
Los datos que se están publicando de nuevo crédito en banca española a las familias nos hacen hablar de crecimiento del 30% anual hasta abril, casi tres veces más que la media europea. Los tipos de interés en hipotecas están por debajo de la media europea.

La situación de los tipos de interés hace que la banca tenga que buscar alternativas pero la banca española crece, crece el crédito, tiene refuerzo de capital muy significativo y creo que no hay dudas sobre su solvencia a medio  y largo plazo. En ese sentido, la banca española está acostumbrada a operar en mercados cambiantes.  Pero son importantes tres cosas: mayor certidumbre regulatoria, mayor confianza en el sector – incluso por parte de la sociedad – teniendo en cuenta que es fundamental para el crecimiento económico.