¿Qué espera de la reunión del BCE?
“Poco o nada. Las claves van a estar en conocer en detalle el programa, supongo que aclarará su postura con respecto a Grecia y con los tipos…no hay nada que hacer.

Lo que se podría plantear es el tema de la deuda corporativa. Europa necesita eso. No creo que suceda en esta reunión, pero sería positivo. El crédito sigue sin fluir y los que se necesitan financiar a bajo coste son las empresas”.

EL QE, se estima, provocará una caída del euro. ¿Podríamos ver a un euro por debajo de la paridad con el dólar?
“Es mucho decir, no es tan descartable, pero antes de llegar a esos niveles el propio BCE tomaría medidas. Un euro débil nos beneficia, pero también hay compañías que importan en Europa, aunque gracias a la caída del crudo, lo hemos compensado un poco.

El siguiente posible nivel al que se puede dirigir al nivel de 1,09. La estrategia sería tomar posiciones cortas, la lógica nos dice que el dólar se va a revalorizar”.

La tanda de resultados empresariales ha dejado en primera plana a las constructoras españolas, muy endeudadas. ¿Se beneficiarán de un QE?
“Efectivamente, es una obviedad, les beneficia.

Además, también la recuperación del mercado inmobiliario. Han incrementado mucho sus carteras de obra y yo destaco mucho la diversificación geográfica que tienen estas compañías.

Aumentará también previsiblemente la inversión en infraestructuras. Ya lo hizo China y despegaron inmediatamente. Es uno de los motores de la economía, aunque no creo que sea tan inminente, sino más bien el año que viene. Es un sector que tiene mucho potencial”.

¿Qué recomendaría?
“A medio plazo, veo potencial a empresas como IAG, y también Ferrovial.

A corto plazo, veo oportunidades en el Ibex gracias a la divergencia que tiene con el Dax. Si sigue la estela y rompe la lateralidad, el siguiente nivel serían los 11.300 puntos.

El Brent, además, si cierra por encima de los 62 dólares podría irse a los 68 y esto es otra oportunidad al alza”.