Como continuación a la anterior unidad de introducción al análisis fundamental y al PER en particular, del mismo modo que se calcula el PER de una acción concreta también puede calcularse sobre un índice, ponderando los precios y beneficios de todas las empresas que cotizan en él.
 
La tabla siguiente muestra el PER de los índices de las principales bolsas a nivel mundial al cierre de enero (primera columna) y la media durante el último año (segunda columna).
 
 
El gráfico muestra el PER del S&P500 y su evolución histórica.
 
 
En general se acepta que niveles muy elevados de PER están asociados a una situación de sobrecompra de las acciones, entendiendo que el su precio es superior al valor de las mismas. Históricamente se consideran centrales niveles de PER próximos a 15, mientras que por encima de 25 puede indicar sobrevaloración de los activos.
 
De este modo que el PER puede ser también un indicador de la situación general del  mercado y puede ser comparado con el PER de una acción particular, de un sector, etc.
 
Continuando con el ejemplo de la semana anterior, el siguiente gráfico muestra la evolución histórica del PER de APPLE.
 
 
Es importante por lo tanto tener en cuenta que un PER muy elevado podría indicar una baja rentabilidad de la inversión y ser una señal de que las acciones o el índice están siendo sobrevalorados. Pero ¿quiere un PER bajo decir que la acción está barata y estamos ante una oportunidad de compra? ¿O quiere decir que el mercado desconfía de su capacidad para seguir generando beneficios y no espera subidas en la acción?
 
Aunque deberíamos trabajar con más herramientas que solamente el PER o incluso solamente el análisis fundamental, ambas respuestas son ahora correctas, será la evolución de las ventas de la empresa, el lanzamiento de nuevos productos y sus resultados y beneficios trimestrales quienes nos ayuden a dibujar el escenario futuro. De este modo, si efectivamente en el futuro la empresa no es capaz de mantener un ritmo de ventas creciente como el actual y para ello necesita seguir innovando y lanzar nuevos productos de éxito global, entonces no habrá merecido la pena seguir apostando por Apple. Sin embargo, con el paso de los últimos años Apple ha sido capaz de sorprender prácticamente cada trimestre con mejores ventas, por encima de lo esperado por el mercado, así que la pregunta que un inversor en Apple tiene que preguntarse es, sobre todo, si esa capacidad de Apple de sorprender positivamente sigue ahí. De ser así, estamos efectivamente ante una posible compra.
 
El caso anterior nos recuerda que el análisis fundamental estudia la causa del movimiento del mercado, mientras que el técnico estudia el efecto.
 
Finalmente vemos también que es una cuestión de expectativas y de previsiones de beneficio las que determinan el sentimiento general del mercado en cuanto a los beneficios futuros y la rentabilidad que aportarán al inversor. Este cálculo simplificado de rentabilidad para el inversor se denomina "earnings yield" y se calcula como la inversa del PER:
 
Earnings yield = 1 / PER
o también Earnings yield = Beneficio por acción (BPA) / Precio de la acción
 
De este modo la inversión en una acción que presenta un PER igual a 10, en principio ofrecerá una rentabilidad del 10%. La valoración por PER (o por su inversa, el earnings yield) considera que lo que recibe el accionista es únicamente y de manera simplificada el dividendo o los beneficios.
 
Para la reflexión:
 
1) ¿Podemos apostar por la continuidad alcista de la bolsa española cuando comprobamos que la evolución del precio de las acciones es al alza pero las previsiones de beneficios se han estancado o se mueven a la baja?
 
2) Los resultados del 4º trimestre han mostrado el hundimiento de los beneficios de los bancos causados por el esfuerzo de provisiones, ¿de modo general qué podemos esperar en el futuro de las acciones de los bancos españoles?
 
3) ¿Es útil el PER para empresas en pérdidas?
 
4) Una acción presenta un PER de 16, ¿qué rentabilidad o earnings yield ofrece la inversión?