Los mercados de deuda viven una cierta tregua tras meses de inestabilidad en los que, por ejemplo, los US Treasuries aumentaron su rendimiento, este mismo año, hasta cuotas inesperadas, igual que los movimientos inusitados de los OATS franceses y los diferenciales de deuda europea, con la Europa periférica mostrando mayor fortaleza que países core. Lo cierto es que en estas semanas finales del año, Marco Giordano, Investment Director de Renta Fija en Wellington Management, identifica estos cuatro factores que están moviendo los mercados de deuda.
En nuestra opinión, aunque los rendimientos de la deuda pública global siguen resultando atractivos, los riesgos persisten, lo que subraya la necesidad de adoptar posiciones más dinámicas. Las dudas en torno a la sostenibilidad de la deuda se están traduciendo en una mayor volatilidad y en divergencias crecientes entre países, así como en presiones alcistas sobre los rendimientos a largo plazo, que los inversores activos podrían aprovechar. La erosión de la independencia de los bancos centrales es otro factor que debemos vigilar de cerca.
El proyecto de ley de finanzas de Francia presentado al Consejo de Ministros, se reúne excepcionalmente este martes 14 de octubre, y no es definitivo. Esta inestabilidad política (y dudas sobre la deuda pública), junto a los bancos centrales y unos datos económicos dispares son aspectos que están vigilando con especial atención los mercados, explica Marco Giordano, directos de inversiones en Wellington Management.
Aunque es fácil perderse en los vaivenes semanales del mercado y en el flujo constante de titulares, merece la pena detenerse un momento para contemplar el panorama macroeconómico en su conjunto.
Los rendimientos de los bonos soberanos globales se mantuvieron prácticamente sin cambios en términos acumulados, aunque observamos divergencias significativas entre los distintos bloques regionales.
¿Qué sucederá en los mercados de deuda en la segunda mitad del año? Compartimos la visión de los analistas de Wellington Management, concretamente de: Marco Giordano, Investment Director at Wellington Management; Amar Reganti, Fixed Income and Global Insurance Strategist at Wellington Management; Campe Goodman, Fixed Income Portfolio Manager at Wellington Management
Todo apunta a que éste será un verano atípico para los mercados, que miran por el retrovisor cómo se acerca el 1 de agosto, fecha clave en la guerra arancelaria estadounidense. Este y otros motivos están moviendo los mercados en estos momentos. Compartimos cuáles son estos grandes factores, de la mano de Marco Giordano, Investment Director en Wellington Management
Los rendimientos de la deuda pública volvieron a subir a principios de mayo debido a una nueva preocupación por el déficit y los aranceles, acabaron bajando al final del mes tras una serie de acontecimientos positivos. Los mercados siguen atentos a cada declaración relacionada con la política económica estadounidense, lo que contribuye a oscilaciones en el mercado a medida que los inversores contemplan las implicaciones para el crecimiento, la inflación y los déficits, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.
En plena reactivación de la volatilidad en el mercado, la incertidumbre parece no terminar nunca, pero aún hay razones para ser optimistas en la nueva era económica. Las atractivas tires presentan oportunidades a los inversores en renta fija, siempre que su asignación a esta clase de activo sea lo suficientemente eficiente como para aprovecharlas. A pesar del entorno desafiante, siguen existiendo oportunidades en la renta variable, especialmente si los inversores pueden diversificar sus asignaciones a través de regiones y sectores.
La volatilidad se disparó a principios de mes en respuesta al anuncio de los aranceles del «Día de la Liberación», cuando los tipos de los aranceles superaron la mayoría de las previsiones, y los mercados mundiales de renta fija repuntaron en la parte corta, pero mostraron divergencias significativas en la parte final de las curvas. Además de los sectores de renta variable y diferenciales, los bonos del Tesoro de EE.UU. se vendieron significativamente tras la liquidación de operaciones básicas de hedge funds, mientras que los bunds alemanes a largo plazo subieron al buscar los inversores un refugio seguro.