Sabemos que España ha sufrido en los últimos años la crisis financiera más severa en décadas. Esta situación ha perjudicado de forma muy notable a los negocios enfocados al mercado doméstico.

Por ese motivo, muchos empresarios españoles han dedicado sus esfuerzos a reinventarse buscar implantar su “buen saber hacer” fuera de nuestras fronteras.

Como he repetido en innumerables ocasiones, la internacionalización de los ingresos ha sido el buque insignia de las compañías cotizadas en el selectivo español. Prueba de ello es la gran cantidad de ingresos que vienen de mercados internacionales.

En concreto, el Ibex 35 es el índice europeo que mejor sabes exportar. Un 40% de sus ingresos vienen de los mercados internacionales.

Este suceso ha provocado que las compañías cotizadas hayan podido batir sus resultados empresariales a pesar de tener un mercado doméstico muy deprimido. Es una gran noticia, puesto que a medida que España logre salir de la crisis, este mercado doméstico aportará beneficios a la cuenta de explotación, habiendo servido la recesión para aprender a exportar.
La empresa de infraestructuras Abertis ha demostrado en los nueve primeros meses del año que su capacidad de exportar va por buen camino. Los negocios en Chile y Brasil le han ayudado a depender menos de economías en crisis como la española o la francesa. El tráfico en las autopistas de Abertis creció un 1,3% durante ese período de tiempo. Bien es cierto que en España cayó un 6,4% en ese mismo espacio de tiempo. Sin embargo, es destacable que en el tercer trimestre del año el tráfico en España descendió un 2,6%, y la previsión de la compañía es de una caída anual de entre el 5% y el 6%.

Esta dinámica podría ser la antesala de una tendencia positiva, que podría anticipar una clara mejora del tráfico en las autopistas. Esto sería una magnífica noticia para Abertis, ya que el 90% de sus negocios vienen de ahí. El negocio de telecomunicaciones también ha logrado consolidarse para ser parte importante en el Ebitda.

Si centramos la mirada en la deuda, a pesar de haber aumentado nominalmente durante el año pasado como consecuencia de alguna adquisición, los ratios de apalancamiento han mejorado gracias a la aportación al Ebitda de las nuevas adquisiciones. El apalancamiento de Abertis está en torno al 4,8% del Ebitda, dentro de los rangos de normalidad.

Las bases están sentadas. Abertis puede mirar al futuro con optimismo, puesto que la diversificación internacional y la consolidación de los nuevos negocios, comprados a muy buen precio, se suman a una mejora del mercado doméstico.

Esta situación podría seguir aportando crecimiento a una excelente compañía, que ha sabido adaptarse a la nueva coyuntura macroeconómica y prepararse para los retos que nos depara la “España del mañana”.

Técnicamente, el valor no es aleja mucho de la visión que estoy tratando de expresar. Abertis ha emprendido un recorrido imparable, capaz de superar la resistencia que venía frenando el valor desde 2009, en la zona de 14 euros. Tiene una fuerza relativa mejor a la demostrada por el Ibex 35 y se puede observar que se encuentra por encima de la media móvil de 30 semanas. Es alcista y hay que buscar compras de continuación. Está preparada para buscar el ataque definitivo de los máximos históricos, en niveles cercanos a 20 euros. Sin embargo, tras las fuertes subidas, podríamos observar una amplitud en la corrección de la compañía en función del apetito de los inversores por las acciones españoles.

Si observamos el gráfico diario y aplicamos los retrocesos de Fibonacci, podemos observar tres posibles entradas. La primera se encuentra en los 14,66 euros por acción. La segunda entrada sería en la zona, aproximadamente, de los 14,21 euros. La tercera vendría marcada en la zona de los 13,75 euros.

Lógicamente, la resistencia de los 14 euros implica un nivel interesante de compra, por lo que, vista la evolución del selectivo español en las últimas semanas, me decantaría por los precios menos ambiciosos, como los 14,66 o 14,21 euros, para así intentar capturar giro en continuación y sumarnos a la tendencia de un valor que no tiene más resistencias que sus máximos hsitóricos.