Si bien es cierto que he decidido dar comienzo a mi tribuna semanal, con la “archiconocida” frase de Keynes, podría haber optado por la célebre frase de Kostolany, que define aquello tan cierto de que en el mercado 2+2 = 5-1. Las cosas suceden, pero no en el momento esperado. Y esto es lo que debo seguir manteniendo, puesto que estas semanas, veo que la aversión al riesgo, es decir, la codicia ha vuelto a coger el timón de un barco, que no ha disipado para nada los riesgos que comentaba durante las semanas pasadas.

Mi experiencia me lleva a considerar que todo inversor tiene diferentes etapas evolutivas. Primero, llega al mercado atraído por la posibilidad de ganar dinero. El inversor novel cree que invertir en bolsa es muy sencillo, engañado tras la farsa de que a largo plazo el mercado es siempre alcista. Esta etapa durará lo que dure el mercado alcista en el que esté inmerso dicho inversor inexperto. Probablemente gane dinero, más o menos en función de la locura del mercado en el que se encuentre. Aunque, probablemente, corte las ganancias y sea una fuente inagotable de comisiones para su banco. Cuando llegue un nuevo mercado bajista quedará atrapado en la espiral bajista. Si el inversor novel se ha visto atraído por Small Caps, es probable que tenga pérdidas muy dolorosas y quede durante varios años atrapado a precios desorbitados. Esta etapa es la primera ruina. Todo Trader profesional se ha arruinado al menos una vez. ¡Esta siempre nos toca!


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La segunda es la etapa de la humildad. Después de un buen varapalo, el Trader experimenta lo duro que es estar en el mercado únicamente del lado largo. En función de lo que ame a la bolsa o en función de lo que haya ganado en bolsa en la etapa previa; ¡lo volverá a intentar! En esta etapa, llega la formación, la lectura de libros, los primeros Stops. Es muy frustrante colocar los primeros Stops. Pensamos que es lo correcto hasta que comprobamos a Mr. Market, tan capaz de barrernos fuera de mercado como que los precios vuelvan tan arriba o más de lo que habíamos pensado. Posiblemente, a continuación, experimente el estado de “pánico”. Después de la primera ruina, el inversor novel comete el error de pensar demasiado cada nuevo paso. Sea lo que sea, un gran número de Traders son desplumados de nuevo. Algunos por el exceso de confianza, otros por sucumbir de nuevo a la llamada de nuestro maníaco depresivo Mr. Market.

En la tercera, únicamente, quedan los que probablemente estén cerca del éxito. He conocido operadores que pasan de la primera a la tercera etapa. Yo he experimentado las tres fases, desafortunadamente. Sin embargo piense que lo importante no es cuantas veces caemos, sino cuantas veces nos levantamos. Son etapas producidas, la primera, por inexperiencia, y la segunda, por un exceso de confianza. Sin embargo, no conozco a nadie que haya llegado a la tercera etapa sin pasar antes por la primera. Son procesos evolutivos, es la pura naturaleza. El mercado es la exigencia y la humildad personificada. Si uno no es exigente y humilde, tarde o temprano será desplumado por el mercado. La tercera etapa la califico como la etapa del trabajo. La etapa en la que el Trader debería decirse a sí mismo “¡Soy Trader!” El Trader trabaja duro para experimentar su metodología de trabajo, día tras día, hora tras hora…

El proceso es duro, pero cada nuevo golpe es un paso más hacia el éxito, siempre que aprenda de él, por supuesto. Yo siempre he mantenido que la experiencia no son los años, son las veces, definidas por la suma de prueba y error, de fracaso y aprendizaje constante. Por este motivo, la cobardía nos empuja habitualmente a la nada y los fracasos son la antesala del éxito, siempre.

Este proceso evolutivo nos debe marcar el camino hacia dónde dirigimos nuestro capital y hoy el mercado está cotizando a precios extremadamente elevados en USA, bajo una corrección que parece que no llega, cuya consecuencia se transforma en caldo de cultivo para nuevos “pillados”. En este sentido, mientras sigamos observando el extraordinario apalancamiento de la FED, junto con el récord en compras apalancadas sobre NYSE, mi decisión seguirá siendo el Swing Trading alcista si la tendencia sigue marcando nuevo máximo técnico o el Trading Direccional en cada formación de techo, en zona de distribución. Esta es la convicción que aplicamos, sabiendo que como nos enseña el saber popular; “el último duro que lo gane otro” partiendo siempre de la base, que en la vida como en el mercado, no por más correr llegaremos antes.

Como habrán podido comprobar, hoy me siento más reflexiva que de costumbre, menos técnica en mi exposición, echando la vista atrás y recordando aquellos momentos vividos operativamente en mi carrera, desde el primer minuto al último, que me han hecho crecer como Trader profesional. Aquellos que hoy me brindan la oportunidad de basar mi gestión en la comprensión del mercado, en su amplitud. Siempre he defendido la idea de que hay que saber escuchar al mercado, y para ello, muchas veces es necesario callar, cerrar los ojos, atender, previo paso a ¡atacar! Como acostumbro a mantener; debemos ser francotiradores, ¡siempre! Objetivos claros, perseguidos y muy estudiados.

Y así lo he vivido esta semana, manteniendo al 75% nuestra exposición y esperando una vez más, seguir nuestro criterio de comprar momento, mientras esperamos que el mercado nos permita comprar valor; cosa que a día de hoy, parece lejano si atendemos a una estructura de precios que ha sido capaz una vez más, de romper un amago de arranque en tendencia bajista, que nos ha castigado un nada despreciable 11%.

Este es el escenario que nos enseña el proceso evolutivo, que nos brinda la oportunidad de comprender que las malas decisiones han escapado al sentido común y lo han hecho por sobreponderar, utilizando el argot bursátil, la arrogancia a la razón y la codicia a la paciencia, lo que nos permite plantear en una semana de continuación en tenencia una idea basada en una estrategia, la que nos debe permitir mantener la calma y seguir pensando que proteger el capital, sin renunciar al momento, ¡sigue siendo nuestra mejor idea de Trading! A veces, la inactividad, y el análisis reflexivo son, como Traders, nuestra mejor virtud.