El 97% de los directores financieros de empresas que facturan más de mil millones de dólares al año creen que la economía de los EEUU entre en recesión  o se produzca una fuerte desaceleración a finales de 2020, según una encuesta realizada por Deloitte al final del cuarto trimestre de 2019. Este nivel es superior al 88% que se registró en el primer trimestre de 2019.

El 12% de los directores financieros creen que ya ha comenzado una recesión, y el 14% dicen que ya ven signos de una recesión en las operaciones de su empresa.

Los directores financieros esperan que el tipo de interés de los bonos estadounidenses a 10 años baje y que el dólar siga fuerte a lo largo de 2020.

La falta de confianza de los directores financieros en la marcha de la economía es la razón por la que ha disminuido (1,7% desde los máximos de agosto de 2019) el saldo de los préstamos concedidos por los bancos comerciales destinados a financiar inversiones en activo fijo y el fondo de maniobra de las empresas (no solo del sector de fabricación sino del sector de servicios), así como la reducción que están experimentando los programas de recompra de acciones aprobados.

Todo ello a pesar de la reducción experimentada por los tipos de interés.

Pues bien, si no se incrementa el saldo de los préstamos destinados a financiar inversiones a lo largo de 2020, deberíamos considerar como escenario más probable que la economía entre en recesión.

 

 

Las inyecciones de liquidez del FED han impulsado el precio de las acciones al alza, especialmente el de aquellos valores que presentan la mayor ponderación en el S&P 500, mientras que los ingresos no han crecido al mismo ritmo, dibujándose la divergencia más grande de la historia.

Por lo tanto, podemos concluir que el S&P 500 seguirá subiendo hasta que el FED opte por reducir su balance. Por el momento, Powell no se va a atrever a reducir el balance del FED y, en consecuencia, consideraremos como escenario más probable que el  S&P 500 continúe dentro de una tendencia alcista.

Esta semana comienza la temporada de publicación de los beneficios del cuarto trimestre de 2019. Y el S&P 500 cerró la primera sesión de la semana al alza. A muy corto plazo nos vamos a fijar en el 3.270, mientras se mantenga por encima mantendremos una predisposición alcista a muy corto plazo. Por el contrario, la perforación del 3.270 abriría el camino hacia el 3.246.

El DAX Xetra sigue en una fase correctiva de corto plazo y vamos a considerar como escenario más probable que se dirija a la zona de los 13.350-13.320.

El IBEX 35 rebotó ligeramente al llegar al 9.500, pero lo más probable es que se encamine a la zona de los 9.450-9.400.