La clave es siempre la misma: la liquidez.
Las valoraciones no importan cuando los bancos centrales inyectan liquidez en el sistema. Por el contrario, cuando los bancos centrales retiran liquidez del sistema las bolsas sufren.
Es la retirada de liquidez la causa de las caídas de las bolsas, no tanto la subida de tipos de interés, si bien creo, como ha descontado el mercado de futuros sobre fondos federales, que no habrá subida de tipos en 2019.
Esta contracción de la liquidez es la que está detrás de la desaceleración económica global.
A pesar de los decepcionantes datos de producción industrial en Alemania, las bolsas europeas continuaron con el rebote. El mercado descontó que el BCE retrasará aún más el momento en el que procederá a normalizar plenamente su política monetaria. Y el "euro/dólar" continuó por debajo de 1,15.
El S&P 500 se limitó a moverse lateralmente dentro de un estrecho movimiento lateral por debajo de 2.580.
Tal y como dije en el comentario de ayer, el primer soporte se encuentra en 2.520 y el segundo en la zona 2.440. Mientras los respete, mantendremos una predisposición alcista en el muy corto plazo.
Por lo tanto, vamos a considerar que lo más probable es que el S&P 500 intente acercarse al 2.600. Ahora bien, debemos considerar que el S&P 500 ya se encuentra en una zona en la que podría concluir el rebote. Además, se aprecia un aumento del optimismo entre los inversores.
Por ese motivo, yo no soy optimista en esta zona y estaría tratando de detectar el final del actual rebote. Si bien, hay que reconocer que, por el momento, no hay síntomas del agotamiento del actual tramo al alza.
Este movimiento al alza podría ser la primera onda al alza (onda A) de una fase correctiva. Si este recuento fuese correcto, esta onda A debería venir seguida de otra onda B a la baja que devolvería al S&P 500 cerca de la zona de mínimos del pasado mes de diciembre. Esta onda B probablemente se desplegaría durante el mes de enero.
El DAX Xetra cerró con ganancias a pesar de los malos datos de actividad industrial. Mientras se mantenga por encima de 10.590, consideraremos que lo más probable es que el rebote continúe hasta la zona de los 11.000.
El IBEX hizo un máximo en la sesión del martes en 8.891. Es probable que intente superar la resistencia de la zona 8.900 y que intente dirigirse a los 9.180.