Las valoraciones han alcanzando máximos históricos.
Los indicadores de momento también presentan lecturas extremas.
Todas las estrategias de especulación han llevado su exposición a las bolsas al maximo de su rango.
Los niveles de complacencia de los inversores se encuentran en zona de máximos. La relación entre contratos negociados de opción “put” y “call” sobre el S&P 500 ha alcanzado niveles históricamente altos.
Los banqueros centrales están llevando a cabo unas políticas monetarias que no habían desplegado nunca antes, y todo el mundo está ignorando los efectos adversos de unos tipos de interés negativos.
Estos hechos no implican necesariamente que se vaya a producir un colapso de las bolsas.
Es más, este colapso resulta más improbable si tenemos en cuenta las masivas inyecciones de liquidez que está realizando el FED a través de las operaciones “repo”.
Ahora bien, lo que es evidente es que la proporción “riesgo/recompensa” ha subido muchísimo, por lo que a corto plazo no resulta aconsejable invertir en bolsa puesto que no merece la pena correr ese riesgo.
En este sentido es preciso tener en cuenta que se están debilitando las operaciones de recompra de acciones, por lo que puede producirse una corrección a corto plazo.
A medio y largo plazo, sin embargo, nos podemos encontrar actualmente en una situación similar a la de la burbuja “puntocom”, pero en este caso la excusa es la abundancia de liquidez. Al igual que sucedió en el año 2000, las valoraciones ahora mismo no importan, lo único que importa es la liquidez que inyecta el FED.
La subida alocada de las bolsas seguramente acabará mal porque el ritmo de crecimiento global no parece justificar los niveles alcanzados, máximo si tenemos en cuenta los actuales niveles de inestabilidad social y geopolítica.
Dicho lo anterior, vayamos al muy corto plazo y echemos un vistazo al gráfico horario del S&P 500.
El viernes se produjo en retroceso, pero mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 3.246, mantendremos una predisposición alcista a muy corto plazo. Por el contrario, la perforación del 3.246 acentuaría las presiones bajistas.
El DAX se debilitó en la sesión del viernes y es probable que a corto plazo siga cayendo y se dirija a la zona de los 13.320.
Y por lo que hace referencia al IBEX, vamos a considerar como escenario más probable que se dirija a la zona 9.450-9.400.
Sin perjuicio de que en el muy corto plazo pudiera producirse una corrección, si el FED continúa inyectando liquidez hasta abril de 2020 el S&P 500 podría subir hasta 3.500 antes de abril de 2020.