La sombra de Facebook es alargada. Así podría titularse un libro sobre la compañía fundada por Mark Zuckerberg si centramos su operatividad en su cotización en bolsa en los últimos tiempos. Nadie ni nada ha sido capaz de echarle el freno. Más bien ha seguido un camino alcista que dura ya más de un año.
Lo cierto es que sus acciones repuntan ya más casi un 70% desde los mínimos constatados a finales de noviembre del pasado año. El valor ha cogido impulso no para tirarse por el trampolín, sino para seguir saltando y creciendo. ¿Y por qué? A medida que ha avanzado el tiempo ha demostrado con sus cuentas que, además de que su modelo de negocio se ha consolidado, sigue en clave de crecimiento empresarial.
Facebook ha conseguido los que muchos, como Twitter, siguen envidiando: generar grandes ingresos por publicidad, aumentar su facturación a través de los usuarios móviles y apostar por su política de fusiones y adquisiciones que se resumen, fundamentalmente, en la compra de WhatsApp e Instagram.
Pero la cuestión que ahora mismo se realiza el inversor, principalmente, es si aún le queda camino al alza a esta compañía en bolsa o si, por el contrario, las revalorizaciones han quedado enclaustradas en un tiempo pasado. Para ello, los expertos se centran en los nuevos retos que tiene esta red social, que son muchos, y los resultados que se prevén para los próximos trimestres.
En relación a esas métricas en concreto, el consenso considera que Facebook es más que un valor seguro. Sería como una especie de diamante en bruto. La compañía tiene muchos puntos pendientes en su agenda entre los que se encuentra la posibilidad de que se decida a crear un sistema de pago, al igual que ya ha anunciado Apple.
Un posible “Facebook Pay” sería la punta del iceberg de lo que podría llegar después. Los analistas apuntan a que la firma con sede en Silicon Valley estaría interesada en meter la cabeza en el mundo de e-commerce. Eso sería una auténtica revolución si consigue captar una cuota importante de mercado, teniendo en cuenta el nivel de ingresos que atesoran compañías comoAmazon, eBay, o la recién estrenada en Wall Street, Alibaba.
Con estos mimbres y catalizadores que puede poseer Facebook, la duda subyace en las recomendaciones que, a día de hoy, realizan los expertos sobre las acciones de la compañía. En este sentido, teniendo en cuenta la media del consenso, sus títulos podrían incrementarse hasta un 16,7%. Es decir, llegaría a la cota de los 88 dólares.
En estos momentos, se encuentra, aproximadamente, en torno a los 77 dólares, por lo que sería un buen pellizco para los accionistas. Además, el 89% de los bróker mantiene una apuesta de sobreponderar, mientras que el 11% restante opta por mantener posiciones en cartera.
Por otra parte, dado que nos encontramos en la antesala de la presentación de resultados del tercer trimestre, cabe analizar cómo se ha comportado Facebook justo después de acudir a su cita con los inversores en bolsa. Dicho de otra forma, si sus acciones han subido, se han mantenido planas, o han descendido.
Pues bien. La historia nos dice que desde que comenzara a cotizar allá por el año 2012, de media, el valor ha subido más de un 18,5% inmediatamente después de publicar su balance. De hecho, ha sido tan fiable hasta ahora que se ha revalorizado en todas las ocasiones salvo una vez que descendió un 3,3%.
Habrá que estar muy atentos a la evolución de este activo en Wall Street, que desde su OPV ha acaparado la atención de muchos inversores. En base a la estadística podría aún dar alegrías a más de uno. O no…