Una acción que acerca este objetivo al precio medio del consenso, que está en estos momentos en 11,23 euros por título. A estos niveles, Telefónica tendría un potencial de casi un 30% desde el nivel actual.

Si llegara a alcanzarlo, el valor recuperaría el precio en el que cotizaba hace casi un año.  En aquel momento, las acciones de la operadora comenzaron a ser fuertemente penalizadas por su exposición a Brasil, una economía que  este año volverá a contraerse, según todas las previsiones de los organismos internacionales.

Telefónica, que está inmersa en un profundo proceso de desapalancamiento,  ha sufrido además un duro varapalo hace solo unas semanas cuando la Comisión de la competencia de la UE vino a echar abajo la operación de venta de su filial británica O2 a la empresa Hutchison Whampoa por unos 13.000 millones de euros. Esta cantidad le hubiera ayudado a reducir sus compromisos financieros. Ahora, además de ver frustrada esa posibilidad, la operadora se ve más expuesta de lo que lo hubiera estado a los efectos del brexit.

Por si fuera poco, las dificultades por las que atraviesa la bolsa han hecho que Telefónica retrase sine die la OPV de su filial Telxius que podría haber llegado a una valoración de unos 1.000 millones de euros. ¿Consecuencia? La operadora se ha visto avocada a reducir su dividendo para los dos próximos años desde los 0,75 euros a 0,55 euros por acción este año y a 0,40 euros euros en 2017 con la finalidad de reducir su nivel de deuda. 

Los Indicadores Premium de estrategias de Inversión le dan al valor una puntuación de 3,5, una de las más baja y se encuentra en fase de rebote dentro de una tendencia alcista de largo plazo.