En el momento en el que se recrudece la batalla para determinar si será el Sr. Barroso o el Sr. Von Rompuy quien pilotará la Unión Europea, "nosotros preferiríamos saber si el avión  está pilotado", expone Carmignac en su último informe
Las informaciones aparecidas durante este mes no han sido tranquilizadoras. Por un lado, la Sra. Merkel y el Sr. Sarkozy dicen estar «convencidos de que Grecia seguirá en el euro». Y en la última cumbre del FMI  los dirigentes de los 17 (países de la zona del euro) se han comprometido «a hacer todo lo necesario» y a «garantizar la estabilidad de la zona del euro en su conjunto».


Grecia sigue siendo el centro de todas las discusiones. Teniendo en cuenta que tiene un PIB que ha caído un 6% en los últimos 12 meses, una tasa de desempleo que aumenta 5 puntos y un poder adquisitivo que cae un 15%  ¿quién puede pensar racionalmente en imponer un nuevo plan de medidas de austeridad al país? ¿Quién puede creer aún en la solvencia del país? Además de que el défi cit presupuestario no conseguirá los objetivos fi jados por la «troika» (FMI, UE y BCE), no debemos olvidar que el défi cit de la balanza externa también asciende al 12% del PIB. Sin poder recurrir a la devaluación de su moneda, salvar a Grecia de esta situación se convierte en buscar la cuadratura del círculo. La asunción de una pérdida del 21% (según el nuevo mandato del EFSF) por parte de los tenedores de bonos griegos está lejos de ser sufi ciente. Solo los bancos franceses han aceptado este cálculo.

Sus homólogos alemanes son indiscutiblemente más conservadores, como atestigua la asunción del 50% de pérdidas en Allianz y del 100% en Munich Re. La incapacidad política para tomar medidas importantes e imponer una visión a largo plazo de lo que debería ser la futura zona del euro no hace más que acrecentar el riesgo de contagio y pesa sobre las perspectivas económicas de la vieja Europa. No olvidemos que la deuda griega
es solo de 450.000 millones de euros, mientras que la deuda italiana se acerca a los 2 billones. Con sus 440.000 millones de euros, los límites de la capacidad de actuación del fondo europeo de estabilidad fi nanciera son, pues, evidentes. Entonces, ¿quién va a hacer avanzar a esta Unión Europea sin un liderazgo real? ¿Debemos esperar a la rebaja de la calificación de Francia, que tal y como están las cosas, no nos parece que merezca su AAA? Es  astante probable.

(...)

En renta variable, exposición reducida

El informe continúa exponiendo que la   ecuperación de los principales índices internacionales en la última semana del mes (y del trimestre) no debe ocultar la realidad del aumento de la intolerancia al riesgo en un entorno en el que las confirmaciones de la ralentización internacional se multiplican. En nuestros fondos de renta variable internacional mantenemos una exposición a la renta variable reducida a pesar de que no nos ha permitido captar el rebote de los mercados, ya que la crisis europea no está aún resuelta y, con el paso del tiempo, la factura a pagar en términos del potencial futuro del crecimiento seguirá aumentando. Además, a corto plazo tanto la Fed como la administración de Obama son incapaces de actuar de manera decisiva para apoyar a una actividad estadounidense que va a seguir mostrando signos de anemia. En estos momentos de liquidación de posiciones, los mercados emergentes tampoco han resistido mejor que sus homólogos desarrollados. Solo el mercado indio ha limitado su caída al 0,2% durante el mes.

También hemos procedido a reducir la exposición a este universo emergente mediante las ventas de contratos a plazo sobre el índice coreano Kospi. Seguimos confiando en que la economía china tendrá un aterrizaje  suave y no uno forzoso. El mercado local (MSCI China) ha visto como su valoración pasaba de 15,5 veces los beneficios previstos para los 12 meses siguientes en agosto de 2009 a tan solo 7,5 veces los beneficios previstos para los próximos 12 meses a día de hoy. Este descuento es especialmente atractivo. Por lo tanto, esperaremos una señal política para reforzar nuestras posiciones en este país. Una relajación de la ratio de reservas obligatorias de los bancos será, sin duda, la señal de que las autoridades consideran que el doble objetivo de estabilización de la inflación y de purga del exceso de crédito se habrá cumplido.

Vea el informe completo en el archivo adjunto