Si algún activo cotizado está reflejando en mayor grado en los últimos tiempos el modo montaña rusa al que nos tienen acostumbrados los mercados financieros desde la pandemia ese es, sin duda, el petróleo Brent. Capaz de lo mejor y de lo peor en una sola sesión, tal y como nos demostró el pasado lunes.
Primero por las malas noticias que llegan de China a modo de ralentización económica. Y es que de nuevo desde Pekín se refuerza su política de Covid 0 que además ha degenerado ya en serias protestas por las consecuencias entre la población que, por primera vez, empieza a protestar en las calles ante la situación creada.Confinamientos cada vez en mayor medida y condiciones de trabajo draconianas, que evidencian una menor actividad para uno de los grandes consumidores mundiales.
Y esas caídas llevaban al petróleo en general y al Brent en particular a marcar enero sus mínimos anuales, en dura competencia con los niveles de 80 dólares por barril registrados al comienzo de 2022, el pasado 4 de, con una caída que rebasaba el 3%. Las protestas callejeras chinas elevaron unas ventas que algunos bróker, incluso usaron exageradas.
Pero a última hora de la tarde, ganaba el cártel con sede en Viena. Y es que el rebote del petróleo, desde esos mínimos, hasta colocarse en positivo, se debe a las posibilidades que empiezan a aparecer ante la reunión el próximo domingo 4 de diciembre, en el que ya comienza a especular con la posibilidad de un nuevo recorte en la producción. Y después se prolongaba a lo largo y ancho de un evidente alcista para su precio.
Y es que tras conseguir con su último recorte que el precio del crudo volviera sobre los 100 dólares, el coste del barril ha ido perdiendo vigor en los mercados internacionales a cuenta, sobre todo del miedo a la recesión, que revierte de inmediato en el petróleo, ya claramente por debajo incluso de los 90 en el caso del Brent, a pesar de esa ida y vuelta de esta semana, que, en global, no ha variado la situación de fondo.
Lo cierto es que incluso también ayuda China, con la mejora de las bolsas asiáticas a cuenta de los más elevados frente a lo esperado niveles de vacunación que ha publicado el país para las personas mayores de 80 años, por encima del 65% de la población a lo que se suma una caída de los casos registrados a lo largo de la semana.
En su gráfica de cotización vemos que el barril de crudo brent sube un 1,73% en la última semana con un mes que se mueve a la baja, con recortes del 10% y un similar, con descenso en su precio del 9, 5%. Sin embargo el nivel anual se mantiene en positivo en un 10,3% y el interanual más, en un 24,6%.
Por otro lado, tenemos las discusiones que se están produciendo entre el G7, los siete países más ricos del mundo y la Unión Europea para establecer un tope al precio del petróleo ruso entre los 65 y los 70 dólares por barril, para limitar sus ingresos que posibiliten la guerra contra Ucrania, aunque deben hacerlo en un difícil equilibrio que a la postre, no dañe el mercado global del petróleo. Entre los países comunitarios no se ponen de acuerdo sobre el nivel de limitación de los precios y debe entrar en vigor el próximo 5 de diciembre.
En cuanto a previsiones, tenemos los varios escenarios creados por UBS, para junio de 2023. Uno al alza en el que el precio del crudo se coloca en una banda de precios de entre 140 y 170 dólares: con riesgos determinantes al alza, con una interrupción elevada y duradera de la producción de crudo rusa y escenarios desestabilizadores en otras zonas de producción, desde Libia a Nigeria pasando por Oriente Medio, con fuerte caída de la oferta.
Otro escenario a la baja con el barril a un precio que oscilaría entre los 50 y los 80 dólares, en el que los riesgos evidentemente disminuirán, con un aterrizaje forzoso de la economía China, entre otros acontecimientos.
Y desde Goldman Sachs vuelven a su premisa de 110 dólares por barril para 2023. Y es que no ve lo que considera “claridad” ante la política más regresiva de China ante el Covid y por el plan del G7 para imitar los precios del petróleo ruso. Consideran que más bloqueos por la pandemia en China, recordemos el primer importador mundial y el segundo consumidor, equivalen a los profundos recortes de producción impuestos por la OPEP+ de 2 millones de barriles diarios. Aunque indican además que el Covid y China es lo que prima, con la mirada puesta también en el dólar.
Desde Morgan Stanley bajan la expectativa a los 90 dólares por barril, mirando a la OPEP+.