Sobre la futura política monetaria de la entidad, este experto advierte de que “el mercado descuenta una nueva subida adicional” y desde luego la situación invita a pensar en ello puesto que los riesgos sobre inflación y dólar a la baja están ahí. Considera que “si en EEUU no hay una política de tipos de interés al alza que ayude a contolar el precio sobre las materias primas, es previsible que la presión sobre las mismas continúe”. Con ello es lógico pensar que “no estamos ante una subida sino ante más”. Aunque el BCE admita que la economía europea sigue fuerte, Ortega acierta a decir que “estamos en una desaceleración”, lo lógico sería una bajada de tipos de interés. Pero con una inflación de esta envergadura “hay que esperar varias subidas”. La incidencia de esta decisión sobre el
euro es que “las presiones para intentar romper la zona de los 1.60 unidades se mantendrán”. La primera medida es controlar el precio del dólar y cada vez que se acerca a esta zona lanzar mensajes sobre la fortaleza del dólar. Pero esta divergencia en política monetaria “continuará presionando al alza al dólar” e invitará a que los Bancos Centrales intervengan. El éxito de esta medida dependerá de ver si realmente tenemos una subida de tipos en Estados Unidos o una bajada en los precios de materias primas.