"Nuestro mandato es la estabilidad de los precios y tenemos que cumplirlo utilizando todas las herramientas de que disponemos", dijo Lagarde al medio letón Delfi, repitiendo en gran medida el mensaje de la semana pasada. "Estamos decididos a hacer lo necesario para devolver la inflación a nuestro objetivo del 2%".
Tras haber subido los tipos de interés en un total de 200 puntos básicos en sus tres últimas reuniones, los mercados prevén una serie de nuevas subidas del BCE que llevarían su tipo de depósito del 1,5% hasta el 3% en 2023.
"El destino está claro, y aún no hemos llegado a él", dijo Lagarde sin especificar dónde podrían terminar las subidas de tipos. "Tendremos más subidas de tipos en el futuro".
La inflación de la eurozona subió al 10,7% en octubre y se espera que se mantenga por encima del objetivo del 2% del BCE hasta 2024, lo que aumenta el riesgo de que empresas y hogares empiecen a ajustar su comportamiento a medida que pierden la confianza en la voluntad del BCE de volver a bajarla.
"Cuanto más tiempo se mantenga la inflación en niveles tan altos, mayor será el riesgo de que se extienda por toda la economía", dijo Lagarde.