En medio de las elecciones, la FED suele tener un tono neutro para no influir en los votantes por lo que no se suelen tomar decisiones. Además, con Donald Trump al margen, la FED perdió su momento para subir tipos en julio y solo le quedaría en septiembre. Mi impresión es que la FED sigue con su cuento de llamar al lobo y cuando llega el momento, busca alguna excusa. ¿la última? El IPC.
Declaraciones a Radio intereconomia