Pero, ¿por qué ahora este boom? Porque “responden a la necesidad de ofrecer una amplia gama de posibilidades de diversificar y segmentar sectorial y geográficamente la cartera, con el fin de reducir o eliminar la influencia del mal comportamiento global de los mercados y las economías” justifica Vicho, además de porque “el planteamiento sectorial en el que la inversión ha estado enfocada hasta ahora es algo caduco”, justifica José Luis Pérez, responsable de Mercados de Robeco en España y Latam. Este experto, además, aconseja que “hay que plantearse las inversiones desde un punto de vista de tendencias que afectan a nichos de sectores globalmente pues, en un enfoque sectorial se escapan muchas oportunidades de inversión que sí ofrecen las tendencias”.


Que se preparen los fondos de inversión tradicionales porque, según
Eduardo Vicho, jefe de análisis de M&M Capital EAFI, “irán ganando cuota de mercado, gracias a que permiten flexibilizar y personalizar la gestión de las carteras”. Sin embargo, el lanzamiento de fondos temáticos, “en algunos casos no se ha sustentado suficientemente en una nueva visión estratégica del mercado, sino en criterios de marketing, con el fin de atraer hacia estos productos segmentos de clientes afines a determinadas modas”, opina este analista.

La pregunta que cabe hacernos ahora es si los inversores llegan a aprovechar estas oportunidades. Desde Morningstar dicen que “en general, los inversores se equivocan con el timing y no suelen hacer buen uso de este tipo de productos, ya que suelen llegar a ellos demasiado tarde, cuando las rentabilidades más interesantes ya han sido generadas”. Además, en el caso de los ahorradores españoles, la implantación de estos fondos en sus carteras es todavía baja, del 0,43% del patrimonio total, según datos de Inverco.

Sin embargo, entre las ventajas de estas inversiones, podríamos decir, “alternativas”, encontramos la práctica inmunidad frente a la volatilidad y las caídas del mercado bursátil pues, como explica José Luis Pérez, “si hay una corrección seria de mercado, estas tendencias a medio y largo plazo pueden corregir pero, van a recuperarse mucho antes y van a tener un crecimiento mayor al del universo de las inversiones normales referenciadas a un índice”. Además, una gran parte de este tipo de fondos invierte en empresas de sectores y países poco explotados, en cuanto a inversión se refiere, por lo que “la capacidad de crecimiento y generación de caja es muy superior a la de compañías más maduras”, defiende el responsable de Mercados de Robeco en España y Latam.

Actualmente vemos cómo muchos expertos aconsejan la diversificación de cartera, una estrategia que va más allá de la moda y se convierte en un escudo del inversor frente a la volatilidad y la crisis, pero habría que tener cuidado con obcecarse en fondos temáticos muy concretos pues, como avisa, Javier Saenz De Cenzano, responsable de análisis de fondos de Morningstar, “cuanto más concreta sea el área de inversión del fondo, menos útil será ese vehículo como instrumento diversificador de cartera, y más difícil le será al inversor utilizar adecuadamente dicho producto”.

Los expertos coinciden en que el perfil temporal del inversor que mejor se ajusta a este producto es el del medio-largo plazo. “Lo importante es que el inversor no use estos instrumentos para entrar y salir en períodos cortos de tiempo, pues ha de entrar para esperar a que la temática madure”, afirma Saenz De Cenzano. Además, “los fondos temáticos facilitan la correcta adecuación de las estructuras de inversión al perfil de cada inversor, puesto que permiten una asignación de activos ad hoc, acorde tanto con el grado de aversión al riesgo del suscriptor, como con sus expectativas de resultados”, concluye Eduardo Vicho.

Una oportunidad de inversión por naturaleza

Las gestoras de fondos han hallado un filón de oro en los recursos naturales. La proliferación de fondos que invierten en los productos de la madre Tierra es bien justificada, ya que, “en el mundo desarrollado el crecimiento se va a desacelerar, mientras que en los países emergentes el crecimiento será mayor, lo que conllevará una necesidad de recursos naturales mucho más pronunciada que en años anteriores” justifican desde Robeco.

Una de las oportunidades dentro de este mundo que más gustan a los expertos es la inversión en agua, ya que ésta se está convirtiendo en el “recurso más preciado”, dice Pérez, quien pronostica incluso que “los países que tengan recursos acuíferos, en los próximos años van a poder generar más riqueza que los productores de petróleo porque el agua es un bien insustituible, a diferencia del crudo”. Además, una apuesta de inversión en el agua vendría a partir de las empresas dedicadas al tratamiento, reutilización y desalinización del agua, las cuales, proliferan en los últimos tiempos, ofreciendo una garantía de negocio de futuro y un escudo de protección para las carteras debido a su carácter principalmente tecnológico.

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