Si en principio la intención manifestada por los principales bancos centrales occidentales de comenzar a retirar parte de sus estímulos monetarios fue bien recibida por los inversores, el giro bajista que experimentaron las bolsas estadounidenses en la tarde de ayer abre muchas incógnitas sobre el devenir de los mercados de renta variable en el corto plazo. Así, la vuelta a una mayor “ortodoxia” monetaria protagonizada por la Reserva Federal (Fed) el martes y, ayer, tanto por el Banco de Inglaterra (BoE), que subió sus tasas de interés de referencia por sorpresa, como por el BCE, que dio a conocer cómo llevará a cabo el proceso de reducción de sus compras de bonos en los mercados secundarios, fue aparentemente bien recibida por unos inversores que comienzan a ver en la alta inflación un serio problema a medio/largo plazo para las principales economías del mundo. 

Este viernes, y tras un cierre al alza ayer en Europa, esta mañana los principales índices bursátiles abren a la baja. El DAX alemán se deja un 0,48% en los 15.562,00, el CAC 40 un 0,46% hasta 6.973,80, el FTSE 100 de Londres un 0,03% en los 6.973,80, el Ibex 35 un 0,7% hasta los 8.334 puntos y la bolsa italiana retrocede un 0,60% hasta 26.525,00. Por su parte, el Euro Stoxx 50 pierde un 0,93% en los 4.171,00. 

Todo ello en una jornada en la que los inversores están muy pendientes del dato de IPC de la Zona Euro, que se publicará a las 11 horas española. 

Economía y política 

Ayer el BCE daba un "semi-paso" al frente en su política monetaria frente a la inflación: reducirá las compras de deuda en 2022 pero no subirá los tipos de interés. En concreto, el BCE aflojará su política expansiva y pondrá punto final en marzo de 2022 al programa de compras de deuda vinculado a la pandemia (PEPP), que dotó con 1,85 billones de euros. Lagarde anunció que seguirá reduciendo el volumen de compras con el PEPP hasta marzo para, a partir de entonces, elevar la munición de su programa tradicional (APP). En todo caso, en conjunto el nivel de adquisiciones se reducirá a la mitad en abril de 2022. Eso sí, advirtió que el plan puede reanudarse en caso de necesidad. El BCE ya había decidido en septiembre relajar su programa de compras. Ahora está adquiriendo cada mes unos 80.000 millones en deuda, de los cuales 60.000 corresponden al PEPP y 20.000 al APP. La institución decidió ir reduciendo las compras del programa vinculado a la pandemia hasta cero. Y cuando ello ocurra, incrementará la munición del APP hasta los 40.000 millones, en el segundo trimestre, y a 30.000, en el tercero. A partir de octubre, volverá a los 20.000 millones durante el tiempo que “sea necesario”.

Lagarde explicó que la economía de la zona euro crece, pero que, sin embargo, cada tanda de contagios se traduce en restricciones y en un nuevo golpe a sectores como el turismo y el ocio. De hecho, el BCE rebajó las previsiones para 2022 y aumentó las de 2023. Para la institución, la economía de la zona euro crecerá el 5,1% en 2021, el 4,2% en 2022, el 2,9% en 2023 y el 1,6% en 2024. También es superior la inflación esperada para los países de la moneda única, que llegó al 4,9% en noviembre. “Se espera que la inflación se mantenga elevada a corto plazo, pero debería disminuir durante el próximo año. Las perspectivas de inflación se han revisado al alza, pero aún se prevé que la inflación se sitúe por debajo de nuestra meta del 2% en el horizonte de proyección”, afirmó Lagarde en la rueda de prensa posterior al consejo. 

Por su parte, el Banco de Inglaterra anunció ayer una subida de tipos de interés por primera vez en 3 años. En concreto, la subida será del mínimo histórico del 0,1% al 0,25 %, el primer aumento en más de tres años, con el fin de contener la elevada inflación, que en noviembre se situó en el 5,1%. El banco había bajado los tipos al 0,1 % en marzo de 2020 como medida para combatir las consecuencias económicas de la pandemia y el aumento de hoy es el primero que se produce desde agosto de 2018 (cuando se situaron en el 0,75 %) y el tercero desde la crisis crediticia de 2008.

La UE impone aranceles a las torres eólicas de acero chinas.

Fuera de Europa, el Banco de Japón decidió reducir sus compras de deuda corporativa a los niveles anteriores a la pandemia y reducir parte de su plan de financiación de emergencia cuando se cumpla el plazo de marzo de 2022.

El Gobierno estadounidense impuso el jueves restricciones a la inversión y la exportación a decenas de empresas chinas, entre ellas el principal fabricante de drones DJI, acusándolas de complicidad en la opresión de la minoría uigur de China o de ayudar a los militares.

China corrige su PIB a la baja. El producto interior bruto (PIB) de la segunda mayor potencia mundial en 2020 fue 101,4 billones de yuanes (14,06 billones de euros), según el ajuste anunciado hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país y que recoge Efe. En concreto, el organismo ha recortado en 242.000 millones de yuanes (34.000 millones de euros) el dato preliminar publicado en enero de este año. Por tanto, el crecimiento interanual de la economía china en 2020 se situó en el 2,2%, dato inferior en una décima porcentual al publicado originalmente.

Otros mercados

Caídas en las bolsas japonesas esta mañana, arrastradas por los pesos pesados de la tecnología, en un contexto de cautela sobre la subida de los tipos después de que la Reserva Federal de Estados Unidos mostrara una disposición a endurecer la política monetaria, mientras que el temor a la variante del coronavirus ómicron afectaba a las acciones relacionadas con los viajes. En concreto, en Asia, se cerraba con signo negativo en los principales índices asiáticos. El Nikkei cae un 1,8%, el Hang Seng de Hong Kong se deja un 1% y el Shanghai Composite pierde un 1%.

En Wall Street cierre a la baja el de ayer. El Nasdaq Composite registró una caída del 2,47%, el Dow Jones retrocedió un ligero 0,08% y el S&P 500 cayó un 0,87%. Este viernes los futuros americanos cotizan con ligeras alzas de entre el 0,05 y 0,10%.

Los precios del petróleo bajaban, lo que hace que el mercado termine la semana prácticamente sin cambios, ya que el aumento de los casos de la variante del coronavirus ómicron suscitó el temor de que nuevas restricciones afecten a la demanda de combustible, mientras que un dólar más débil apoyó a los mercados de materias primas en general. En estos momentos, los futuros del petróleo Brent ceden un 0,68% en los 74,51 dólares, mientras que los del West Texas se dejan un 0,83% en los 71,78. 

El Bitcoin no levanta cabeza. Este viernes cede otro 3,66% hasta los 46.950,5 dólares.

Agenda del día

A las 11:00 hora española se publica el dato de IPC de la Zona Euro.

Entre las principales referencias macroeconómicas destacan las ventas minoristas en Reino Unido y el índice Ifo de confianza empresarial en Alemania.

En Estados Unidos conoceremos el número de plataformas petrolíferas, Baker Hughes.