Errores a la hora de invertir para la jubilación

A lo largo de los años hemos ayudado a miles de personas y familias a diseñar una placentera jubilación y, por ello, sabemos que esta depende, en buena medida, de las decisiones que tome hoy y en los próximos años. A continuación abordaremos algunos de los errores más habituales a la hora de invertir para la jubilación. Esperamos que pueda aprender de ellos, para así evitarlos y planificar su futuro. 

Desconocer la relación entre riesgo y rentabilidad

El primer, y seguramente más trascendental, error de inversión que apreciamos en los jubilados nace de la creencia de que necesitan una estrategia extremadamente prudente y poco volátil, más orientada a la renta fija que a la renta variable.

Sin embargo, sus objetivos de inversión y su situación personal tal vez requieran flujos de rentas regulares o asegurarse la conservación de su patrimonio a largo plazo. En estos casos conviene incluir en la cartera activos estables de baja rentabilidad. Si, en cambio, sus metas requieren revalorizaciones a largo plazo, pecar de prudente puede elevar el riesgo de quedarse sin dinero cuando se retire

Erróneamente se tiende a atribuir más certeza a los títulos de deuda que a las acciones. Si bien es cierto que aquellos oscilan menos en intervalos breves, también incorporan sus propios riesgos; entre otros, el riesgo de impago, en virtud del cual se expone a perder su inversión en el caso de que un emisor de un instrumento de renta fija desatienda sus obligaciones; el riesgo de reinversión se refiere a la posibilidad de verse forzado a reinvertir las rentas cobradas a un tipo inferior al de los títulos de deuda que adquirió en un primer momento, reduciendo así el importe de los próximos flujos de ingresos.

Todas las inversiones tienen su propia relación rentabilidad/riesgo, pero con frecuencia los inversores solo se preocupan de un riesgo, la volatilidad, e ignoran los demás. Los mejores resultados de las acciones con el tiempo se generan a costa de una mayor volatilidad a corto plazo. En todo caso, si necesita crecimiento a largo plazo en un horizonte temporal amplio, el exceso de cautela es un riesgo que debe incorporar a sus análisis. 

Lejos de empeñarse en evitar cualquier riesgo por completo, es importante adoptar una visión más integral de sus objetivos, su situación personal y su horizonte temporal de inversión –cuánto tiempo planea invertir– para utilizarlos como guía para sus decisiones de inversión.

Diversificar sin fundamento

Una vez que haya determinado qué tipo de activos necesitará para alcanzar sus objetivos, puede tomar algunas medidas para reducir el riesgo inherente de esas inversiones. Diversificar su cartera atendiendo a criterios geográficos y sectoriales, y mediante acciones individuales es una estrategia de sobra conocida, cuya eficacia para gestionar el riesgo está demostrada. Habitualmente, con todo, observamos dos errores muy comunes que los inversores cometen incluso sin percatarse de ello. 

El primero es la concentración de una parte considerable de la cartera en una sola inversión, asumiendo más riesgo de lo que aconseja la prudencia. Es típico que los inversores actúen así cuando el entorno de mercado genera optimismo o cuando el exceso de confianza hace creer que una apuesta de este tipo no es arriesgada. Por ejemplo, tal vez una participación grande de su cartera de inversión esté asignada a acciones de la empresa en que trabaja, quizás porque esta haya exhibido una buena evolución durante años o porque confía en sus buenas perspectivas de cara al futuro. No obstante, parece factible que este comportamiento responda más a una motivación emocional que a una económica. Si, de repente, esa acción aparentemente estable comienza a oscilar o pierde una parte significativa de su valor, ¡su propia jubilación podría estar en peligro!

El segundo se refiere a tratar de diversificar el capital distribuyéndolo en cinco, seis o más fondos. En función de cuales sean sus activos subyacentes, puede que en realidad su cartera presente duplicidades de los mismos títulos, abocándole, sin saberlo, a una elevada exposición a algunos de ellos. En sentido inverso, podría representar una diversificación excesiva si cada fondo de su cartera está formado por cientos de valores diferentes, lo que, a su vez, le expondrían a miles de empresas. Tras descontar las comisiones de esos fondos, una cartera sobre diversificada puede dejarle rezagado con respecto al conjunto del mercado.

Intentar anticipar con precisión las oscilaciones del mercado

Los errores de inversión no se limitan a la selección de valores, frecuentemente surgen cuando los inversores gestionan sus propias carteras. Un error que hemos visto una y otra vez consiste en tratar de entrar y salir del mercado en el momento justo. Hasta ahora no hemos conocido a nadie capaz de acertar de forma sistemática intentando predecir todos los movimientos de la bolsa. Pese a ello, muchos inversores siguen confiando en esta estrategia para evitar pérdidas en las caídas del mercado o para captar las ganancias cuando creen que éste va a subir. A menudo estas tentativas suelen desembocar en errores graves. 

Lo más prudente, a nuestro juicio, para un inversor orientado al largo plazo es quedarse en el mercado y ceñirse a su plan de futuro, salvo que albergue una gran convicción de que el mercado bajista –una caída del 20% que obedece a un deterioro de los datos fundamentales de la economía y los mercados que se dilata en el tiempo– acaba de comenzar y la mayoría de las caídas todavía están por venir. Además, a dicha “certeza” debe haber llegado sin dejarse arrastrar por los sentimientos u otros sesgos para que sea válida. Pretender identificar el arranque de una mala racha de forma sistemática en su fase inicial, y ya no digamos antes de que llegue, es extremadamente difícil, incluso para los profesionales. 

Por otro lado, también existen las correcciones bursátiles –depreciaciones de entre el 10% y el 20% con origen en las oscilaciones del ánimo del mercado–, que pueden suceder sin previo aviso y suelen desaparecer casi igual de rápido. Dado que este fenómeno tiene que ver con la confianza de los inversores, los cambios son muy rápidos. Dudamos que estos desplomes puedan predecirse de forma sistemática, ni siquiera que valga la pena intentarlo porque duran muy poco y las consecuencias de equivocarse pueden ser fatales. 

Aspirar a esquivar cualquier aspecto negativo de los mercados puede ser trascendental si yerra. Por desgracia, la pregunta no es si lo hará, sino cuándo. Estar fuera del parqué puede traducirse en que se pierda los días de mayor apreciación, un eventual coste de oportunidad enorme con el tiempo.

El índice MSCI World en euros se ha revalorizado un 1.797% en términos agregados entre 1976 y 2018. Pero si eliminamos solo sus diez mejores jornadas de negociación de todo ese intervalo, la rentabilidad acumulada bajaría hasta el 950%, y, en términos anualizados, caería del 7,1% al 5,6%1 . Si necesita crecimiento a largo plazo, saltarse los días de euforia podría suponerle no alcanzar sus objetivos. 

Tabla 1: ¿Qué ocurre si se pierde las mejores sesiones? (Índice MSCI World, 1975-2018)

Qué ocurre si se pierde las mejores sesiones de bolsa


 
Fuente: Global Financial Data, a 9/1/2019, índice diario MSCI World Return (31/12/1975-31/12/2018). Rentabilidades expresadas en euros. Las variaciones en el tipo de cambio entre el euro y la libra esterlina podrían arrojar rentabilidades de las inversiones diferentes. 

Conclusión

Recuerde: triunfar en el mundo de la inversión para asegurar una próspera jubilación depende de que se mantenga orientado al largo plazo. Ante las fluctuaciones del mercado a corto puede tentarle la idea de salir y volver a entrar, pero esto es extremadamente difícil y peligroso. De intentarlo, podría perderse algunas de las sesiones de más revalorización. Igualmente, pretender escapar a la volatilidad a corto plazo, invirtiendo en títulos de renta fija o sirviéndose de otras estrategias conservadoras, puede que acabe generándole mayores riesgos a la larga. Por su parte, la diversificación también debe considerarse desde un planteamiento de largo recorrido: es una estrategia eficaz porque ningún país, sector o acción brilla continuamente. No olvide estos errores habituales de los inversores y planifique e invierta para su futuro. 

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[1] Fuente: Global Financial Data, a 9/1/2019, índice diario MSCI World Return (31/12/1975-31/12/2018).




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