El fondo es un compartimento de la SICAV luxemburguesa que tiene como objetivo la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo en empresas de tecnologías limpias cuyas actividades ayuden a la optimización de recursos, apoyen la transición energética (desde los combustibles fósiles hasta la producción y el almacenamiento de energía libre de emisiones de carbono) y afronten el problema de la escasez de agua, ofreciendo a los inversores acceso al potencial de crecimiento de este sector a largo plazo.

El fondo invierte al menos dos tercios del patrimonio en renta variable de empresas en todo el mundo que ofrezcan potencial de crecimiento y operen en áreas como transporte sostenible, energías renovables, agricultura responsable, producción y suministro de alimentación y agua o reciclaje y reducción de residuos. Las inversiones podrán abarcar empresas de cualquier capitalización bursátil. La gestora combina análisis macroeconómicos, sectoriales y específico de cada empresa.

“Desde AXA IM queremos ofrecer a nuestros clientes las soluciones de inversión que necesitan hoy para construir juntos un futuro mejor. Como gestores activos, creemos que a través de la inversión se pueden conseguir cambios positivos para la sociedad” comenta Beatriz Barros de Lis, Directora General en España de AXA Investment Managers.

El fondo forma parte de la creciente gama de fondos de inversión de impacto de AXA IM, y en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS), que son pilares de cada una de las cuatro sub-temáticas de la estrategia del fondo:

  • Transporte sostenible: adopción del vehículo eléctrico, avances significativos en tecnología de baterías y desarrollo de sistemas de reducción de emisiones.
  • Energía inteligente: costes de producción de energías renovables, hogares y edificios más ecológicos con redes eléctricas digitalizadas y soluciones de almacenamiento de energía, así como fábricas más eficientes que reducen el consumo de energía.
  • Nutrición responsable: agricultura de precisión, reducción de la demanda de productos de origen animal, innovación en biociencias y empresas cuya tecnología mejora la calidad del agua potable y reducen el consumo de agua.
  • Reciclaje y reducción de residuos: empresas que mitigan los daños al medio ambiente, reduciendo los residuos, facilitando el reciclaje y controlando y resolviendo problemas de contaminación.

“Gracias a una estrategia sin restricciones, en diferentes segmentos de capitalización, el fondo Clean Economy invierte en empresas cotizadas que encierran un gran potencial de crecimiento mientras apoyan la transición del mundo hacia las energías renovables y los esfuerzos por optimizar el uso de los recursos, así como la reducción de los residuos y de la contaminación”, comenta Amanda O’Toole (gestora del fondo).