Los futuros del crudo en los mercados de commodities internacionales están esta semana de enhorabuena. Marca los mejores días desde hace cuatro meses con ganancias acumuladas del 7%, las de mayor cuantía desde mediados del pasado mes de junio. 

Y es que las nuevas sanciones de Estados Unidos a las dos mayores compañías petroleras de Rusia por la guerra en Ucrania alimentaron las preocupaciones de suministro, tal como confirmaron desde la secretaría del Tesoro de EE.UU.  

Y a pesar de las correcciones de primera hora, parece que las compras se imponen en el mercado. El presidente ruso, Vladimir Putin, se mantuvo desafiante en la tarde de ayer después una vez que el presidente de EEUU, Donald Trump, impusiera sanciones a las empresas rusas Rosneft y Lukoil para presionar al líder del Kremlin a poner fin a la guerra en Ucrania. Rosneft y Lukoil representan juntas más del 5% de la producción mundial de petróleo.

Desde ING destacan que "antes de estas sanciones, manteníamos una visión bajista del mercado, previendo que el precio del petróleo Brent promediara los 57 $/bbl durante 2026, con los precios lastrados por la magnitud del excedente que se espera llegue al mercado. Nos abstenemos de revisar nuestras previsiones hasta que tengamos más claridad sobre el impacto exacto de estas sanciones en los flujos de petróleo".

Pero su jefe de materias primas, Warren Patterson, destaca que "el cambio observado por parte de la administración Trump y el riesgo de nuevas sanciones sugieren que el piso del mercado podría terminar siendo algo más alto".

Desde la firma naranja señalan que "si empezamos a ver que los flujos rusos se ven cada vez más interrumpidos, podríamos ver un escenario en el que el Brent se negocie hasta el rango de 70-75 dólares por barril, suponiendo que perdamos alrededor de 1,5 mb/d de suministro ruso (esencialmente todo el suministro a la India)". 

De ahí que la subidas de esta semana podrían abrir una nueva brecha alcista para los consumidores, con un precio del crudo más elevado incluso en 2026, lo que además, potencialmente impactaría negativamente en la inflación.