El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos, del 4,25% al 4,5%. La decisión no ha sido unánime pero sí mayoritaria, con un balance de 7 a 2 en la votación.
El índice general de precios al consumo (IPC) subió un 10,1% anual en marzo, impulsado por el persistente encarecimiento de los alimentos y la energía. La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco, aumentó un 5,7% en los 12 meses anteriores a marzo, sin cambios respecto a la subida anual de febrero y reiterando el riesgo de consolidación que preocupa al Banco.
El Comité de Política Monetaria ha revisado además sus previsiones macroeconómicas y ya no espera que la economía de Reino Unido entre en recesión este año. Ahora espera que el PIB se mantenga estable durante el primer semestre de este año, crezca un 0,9% a mediados de 2024 y un 0,7% a mediados de 2025. El nuevo dato del PIB del país se publicará el 12 de mayo.
El Comité de Política Monetaria considera ahora que “es probable que la senda de la demanda sea sustancialmente más fuerte de lo previsto en el informe de febrero, aunque todavía moderada en términos históricos”.
“Las perspectivas a corto plazo de la actividad mundial han mejorado, y ahora se espera que el PIB mundial ponderado por el Reino Unido crezca a un ritmo moderado durante el periodo de previsión”, señala en su Informe de Política Monetaria de mayo. “Persisten los riesgos pero, en ausencia de una nueva perturbación, es probable que el endurecimiento de las condiciones crediticias relacionado con la reciente evolución del sector bancario mundial sólo tenga un pequeño impacto sobre el PIB”.