
Los mercados cierran 2025 en estado de euforia, pero ya miran a 2026 con cautela estratégica. El año que termina deja un Ibex 35 en máximos históricos, un oro consolidado como refugio imbatible y a Wall Street viviendo su propia revolución impulsada por la inteligencia artificial. Sin embargo, la historia de los mercados nunca se escribe solo en presente. Tras un ejercicio histórico, los inversores se preguntan ahora qué activos seguirán volando y cuáles podrían empezar a perder altura cuando el calendario gire. Esa es la pregunta clave sobre la mesa: ¿qué despega en 2026 y qué empieza a frenar tras brillar en 2025?
Entre los grandes candidatos a protagonizar el próximo ciclo aparecen con fuerza los mercados emergentes. Un dólar más débil, algo que muchos analistas ya dan por descontado para 2026, suele actuar como un auténtico fertilizante para este tipo de economías. Bolsas, deuda y divisas de países emergentes ganan atractivo cuando la moneda estadounidense pierde fuerza, porque sus activos pasan a valer más en términos relativos y, además, se aligera el peso de la deuda denominada en dólares. A este factor se suma un escenario macroeconómico más favorable: normalización de las cadenas de suministro, inflación global más contenida y bancos centrales dejando atrás la etapa de máxima restricción monetaria. Históricamente, en estos contextos los emergentes suelen recuperarse con más vigor que las economías desarrolladas. Además, buena parte de estos países juegan con la ventaja de las materias primas. Latinoamérica, Oriente Medio, África y parte de Asia son grandes exportadores de energía, minerales y alimentos, justo los recursos cuya demanda se espera que vuelva a acelerarse en 2026. Si se cumple el guion, ese aumento del consumo global impulsaría tanto los beneficios de las empresas locales como las balanzas comerciales de estas economías, reforzando su estabilidad financiera y su atractivo para el capital internacional.
Mientras tanto, en los grandes mercados desarrollados, la atención sigue centrada en los sectores que han dominado 2025. Pablo García, director general de Divacons-Alphavalue, lo resume con claridad: el llamado “efecto maquillaje” empuja a los gestores a seguir apostando por lo que ha funcionado, como los bancos o los metales y la minería, para cerrar el año con buenas cifras. Pero el verdadero interrogante vendrá después. Las valoraciones están elevadas, advierte, aunque las previsiones de beneficios siguen siendo sólidas, un equilibrio delicado que marcará el tono de 2026. En este contexto, el sector de defensa vive una paradoja: una posible paz en Ucrania podría provocar correcciones a corto plazo, pero el rearme global garantiza una visibilidad sólida a medio y largo plazo. El mercado, no obstante, ya ha descontado escenarios extremadamente bélicos, lo que invita ahora a una postura más prudente. Donde no parece haber dudas es en la inteligencia artificial y en los llamados “Siete Magníficos”. Para Pablo García, casi todas las grandes tecnológicas siguen siendo atractivas, con especial predilección por Alphabet, Palantir y Apple. A pesar de algunas sombras contables en ciertas firmas de IA, el balance general es positivo: resultados sólidos, fuerte generación de caja y una capacidad de inversión que las pequeñas empresas endeudadas no pueden igualar. El mensaje es claro: la IA seguirá siendo uno de los grandes catalizadores del mercado, pero el refugio sigue estando en los gigantes tecnológicos.
Esa misma prudencia selectiva se refleja en el análisis de JPMorgan sobre las acciones de inteligencia artificial. En medio de la volatilidad, las dudas sobre una posible burbuja y las cotizaciones erráticas, el banco estadounidense señala a dos compañías de IA como las mejor posicionadas: Marvell Technology y Flex. La primera, un actor relevante en semiconductores, redes y centros de datos, juega en una liga inferior a Nvidia o Broadcom, pero con una capitalización de 72.000 millones de dólares y casi 6.000 millones de ingresos anuales. Flex, por su parte, opera en un terreno menos visible para el gran público, la fabricación de productos electrónicos y diseños originales, pero resulta clave en la cadena tecnológica global. Con más de medio siglo de historia y una capitalización de 21.000 millones, es una pieza silenciosa pero esencial del engranaje digital.
También una de las inversoras más seguidas del mundo ha vuelto a dejar pistas sobre dónde ve valor de futuro. Cathie Wood, la fundadora de Ark Invest ha incrementado su exposición a tres nombres muy ligados a la nueva economía: CoreWeave, Robinhood y Circle. CoreWeave es el ejemplo perfecto de las luces y sombras del boom de la IA; salió a bolsa a 40 dólares, se disparó hasta los 187 en apenas dos meses y luego perdió un 60% de su valor, pero su crecimiento es imparable: de 1.900 millones de ingresos el año pasado pasará de largo los 5.000 este año, con previsiones de superar los 12.000 millones en 2026. Eso sí, la rentabilidad aún queda lejos y no se espera antes de 2027. Robinhood y Circle completan ese trío de apuestas de alto voltaje. La plataforma de trading ha sabido conectar con una generación joven volcada en opciones y criptomonedas, y hoy ya suma más de 26 millones de clientes con financiación; sus ingresos se han duplicado y su capitalización supera los 100.000 millones de dólares. Circle, por su parte, es la empresa detrás de USD Coin, una de las grandes stablecoins del mercado; tras su salida a bolsa en 2025, sus acciones aún acumulan una subida superior al 135% sobre el precio de la oferta, con unos ingresos que crecen al 66%.
Y mientras Wall Street vive al ritmo de la IA y las criptomonedas, la Bolsa española también firma uno de los mejores años de su historia. El Ibex 35 acumula en 2025 una revalorización superior al 43%, solo superada por el histórico 54% de 1993. El índice ha marcado máximos en noviembre por encima de los 16.600 puntos y, pese a ello, los analistas creen que aún quedan oportunidades. De los 35 valores, 27 presentan potencial alcista a doce meses vista, y en varios casos las previsiones superan el 40%. Entre las grandes apuestas de cara a 2026 destacan en el Ibex 35 tres valores: Cellnex, Grifols y Rovi.
En este contexto de optimismo selectivo, Inditex también vuelve a demostrar por qué es un valor estructural de la Bolsa española. El gigante textil ha ganado 4.622 millones en los nueve primeros meses del año y ha arrancado el cuarto trimestre con un crecimiento de ventas superior al 10%. El mercado lo ha celebrado con una subida del 10% en Bolsa, pero los analistas ven aún margen de mejora. Desde Berenberg destacan dos tendencias clave para ver más alzas en Inditex: por un lado, el efecto de medicamentos como Ozempic, que estaría impulsando el consumo de tallas más pequeñas y el gasto en imagen; por otro, el desplazamiento hacia el “low cost” ante el aumento del coste de la vida, un terreno donde Inditex juega con ventaja.
Pero, más allá de Inditex, hay más valor dentro del sector de Bienes de Consumo español, que ofrece un abanico amplio de oportunidades y riesgos de cara al nuevo año. Compañías como Grifols, Rovi, Viscofan, Ebro Foods, Vidrala, Almirall, Pharmamar o Atrys Health forman parte de un ecosistema donde conviven moda, alimentación, farmacia, papel, bebidas y biotecnología. Un sector diverso, muy vinculado al pulso del consumo y a los cambios demográficos, que podría convertirse en uno de los termómetros clave para medir la salud real de la economía en 2026.
Y mientras todo esto sucede emerge otra realidad que atraviesa todos los sectores: la necesidad de que los inversores aprendan a invertir de forma rigurosa. El valor ya no reside en acumular información, sino en formular bien las preguntas. Por ello, desde Estrategias de Inversión, ayudamos y acercamos el mundo de la inversión a todos los perfiles. En este sentido, realizamos cursos y webinarios gratuitos para aprender y mejorar la inversión en mercados financieros sobre análisis fundamental, técnico o inteligencia artificial aplicada a los mercados, para aprender, desde cero y con ejemplos prácticos, cómo aplicar la IA —incluyendo herramientas como GPTs ya existentes o GPTs personalizados— para investigar, analizar y automatizar tareas clave en el mundo financiero.
También elaboramos informes técnicos y fundamentales sobre los sectores y compañías de las bolsas mundiales, como el de este último mes sobre el Ranking de Fuerza Sectorial de diciembre 2025 de la bolsa europea y EEUU, en el que actualizamos la tabla de Fuerzas Agregadas Sectoriales con la que trabajaremos a lo largo del mes de diciembre 2025, y que nos aporta una gran cantidad de información y que nos ayuda a optimizar nuestro tiempo y nuestra toma de decisiones en el mercado.
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