Los mercados han reaccionado con diferente tono con el que en un principio se podía presuponer. Tras conocerse el resultado del referéndum en Italia, la renta variable europea, donde se encuentra también la española, ha respondido con alzas de manera sorpresiva. En algunos casos estas ganancias han sido más abultadas y han animado a los inversores, ahora sí, a tener una visión más optimista para lo que queda de año.
Circunscribiéndonos exclusivamente al mercado español, basta fijarse en los valores que gozan de una situación técnica más saneada. Sobre todo para aquellos que quieran sacar provecho de la situación que tenemos ahora mismo para el medio y para el largo plazo. Es decir, para aprovechar este movimiento en base a todas esas acciones que su gráfico invita en mayor medida a la toma de posiciones.
En esta línea, si hay que quedarse con dos títulos, los que destacan por encima de todos son Dogi y Clínica Baviera. El primero de todos ha tenido un desarrollo espectacular en el último año. El valor se ha disparado hasta un 340% en los últimos doce meses, con un rally de hasta más de un 185% desde finales de diciembre.
Si nos centramos en nuestros filtros técnicos, Dogi tiene la máxima puntuación posible, diez puntos, mientras que se encuentra en fase alcista. Lo más llamativo es que mantiene todos los indicadores en positivo: tendencia alcista en todos los marcos temporales, momento positivo, volatilidad decreciente y volumen de contratación creciente.
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En lo que respecta a Clínica Baviera, su evolución ha sido verdaderamente espectacular en la bolsa española en este 2016. En el último año se ha revalorizado hasta más de un 88%. Un porcentaje que se agranda hasta más de un 100% si medimos desde los mínimos anuales que marcó a principios de febrero de este ejercicio.
Asimismo, nuestros filtros técnicos señalan que Clínica Baviera se encuentra en fase alcista en estos momentos, al mismo tiempo que recibe una puntuación de 9,5 puntos en una escala que se mueve entre el cero y el diez. Además, únicamente solo tiene una variable en negativo: la volatilidad a largo plazo, que es creciente.
