De izda a dcha: Pedro Martos (Unicorp Patrimonios),Ricardo Comín (Vontobel AM), Ramón Carrasco (Carmignac), Mauro Lorán (Aberdeen Standard Investment) y Luis Martín (BMO Global AM)
En las últimas semanas la estabilidad de los mercados depende de Italia. La región no se pliega a las exigencias de Bruselas y rechazaba modificar los pilares básicos de los presupuestos que tanto han disgustado a la Comisión Europea. El mandato que tiene el gobierno italiano “es reducir los niveles de austeridad propuestos por Europa pero no tiene el mandato de los ciudadanos de salirse de la Zona Euro con lo que están aprovechando la capacidad de negociación para intentar dilatar las promesas electorales que han hecho”, dice Mauro Lorán, responsable de ventas de Aberdeen Standard Investment.
Los expertos reconocen que el problema que hay en la región es quién tiene la deuda italiana “que son los bancos y la Unión Europea. Si todo queda en un incremento de deuda en las negociaciones, la incertidumbre estará focalizada sobre todo en el país, no afectará de ninguna de las economías periféricas”, asegura Ramón Carrasco, director de desarrollo de negocio de Carmignac. (Ver Análisis Macro de Carmignac Gestión) Un riesgo que, por el momento, no tiene visos de descarrilar el proyecto europeo. NI el euro. Para Luis Martín, responsable de BMO Global AM para España incluso “puede ser una oportunidad de compra más que otra cosa porque me extrañaría mucho que el BCE dejase que el bono italiano se fuese a una prima de 400-500 puntos básicos”. Claro que hay que ser valiente y tener paciencia porque “es una de las pocas zonas donde hay prima y se puede ganar dinero en renta fija gubernamental europea”, asegura Ricardo Comín, Director de ventas para Iberia y Latam de Vontobel.
Un segmento, el de renta fija, que está complicado. “Si apuestas por revalorización en renta fija estaba bastante complicado y si apuestas por yield hay pocos sitios donde la hay”, asegura Comín, que reconoce que en deuda gubernamental en Europa no tiene ningún interés, en la parte corporativa se han ampliado algo las yields y en alto rendimiento “ni en Europa y ni EEUU vemos interés”. Desde Carmignac reconocen que hasta el tramo medio de la curva “estamos con TIRES negativas salvo en países emergentes y ahora mismo la TIR de los bonos high yield es incluso inferior a la rentabilidad por dividendo de algunas compañías europeas con lo que el flujo se va a hacia la renta variable”.
Una tendencia que han favorecido los bancos centrales con sus ingentes cantidades de liquidez inyectadas en el mercado. Sin embargo, en EEUU el bono “empieza a ser una inversión muy atractiva que hará que los flujos vayan de renta variable hacia la renta fija lo que supone un doble factor: movimiento de flujos y un coste de capital para las compañías más alto”, dice el experto de BMO Global AM. ¿Y en Europa? Quizás Draghi se quiera marchar con una primera subida de tipos pero hay muchas dudas sobre si podrá hacerlo o no. “Por eso las subidas de yields en Europa no se van a producir a corto plazo. La economía crece, las compañías han hecho su trabajo y han reducido mucho su coste de financiación con lo que no tendrán problemas en caso de que los tipos de interés suban ligeramente”, dice Lorán.
Y ¿si miramos a los emergentes? Los bonos corporativos de estos mercados están cotizando con valoraciones mucho más atractivas de los que cotizan muchos valores en Europa. “Es un activo muy desconocido por el inversor, no se corre riesgo divisa porque lo que se compra son spreads y la ventaja que adquiere de la renta fija es que si la mantienes hasta vencimiento recuperas el principal”, asegura el experto de Aberdeen. Un activo “que, aunque también es para valientes, ofrece yields por encima del 6% lo que le hace muy interesante”, aseguran en Vontobel. Pero hay más: la deuda de los emergentes está por debajo de la de los países desarrollados y son economías que crecen mucho más fuerte al tener población más joven y mayor capacidad de subir impuestos. Y además, “si hay algún problema con su deuda, tienen el respaldo del FMI y el Banco Mundial que estarán detrás. Lógicamente no vamos a cargar nuestra cartera de deuda emergente pero el inversor se ha acostumbrado a un riesgo como el del high yield y con deuda emergente puede tener mismo riesgo con rentabilidades mucho mayores”, asegura Comín.
Sobre la rotación de flujos de un activo a otro, los expertos lo afrontan con distinta perspectiva. Desde Aberdeen creen que, aunque pueda haber una rotación, la renta variable sigue aportando mucho por el efecto dividendo al comprar una acción. “Cuando una compañía va bien y reparte dividendo su objetivo es repartir dividendos crecientes en el futuro, lo que no ocurre con el bono”. Sin embargo, desde Vontobel aseguran que si la gente comienza a meterse en bono saliendo de la renta variable ésta sufrirá. Además, si en un momento dato se pone más interesante el bono los bancos querrán que prestar al gobierno americano, que ofrece tipos más atractivos. Si los bancos compran bancos americanos, por control de riesgos no pueden dar créditos “con lo que la economía se enfría, habrá menos consumo, los resultados de las compañía se resentirán y el capital volverá de nuevo a la renta fija”. (Ver: Vontobel Global Equity: El fondo saca una rentabilidad del 2% al índice con una volatilidad un 20% inferior)
Todavía no estamos en ese momento. De hecho las compañías han hecho su trabajo por el lado financiero, sus costes son menores y pueden mantener sus márgenes. “Compañías que tienen predictibilidad de beneficios se verán beneficiadas al igual que lo harán aquellas que tengan mayor retorno sobre recursos propios y, por último, las compañías de pequeña capitalización, con negocios más domésticos y productos más competitivos, pueden tener interés en la actual situación de mercados”, dice el experto de Aberdeen. En definitiva buscan compañías que no estén muy endeudadas, que sean capaces de generar flujos de caja muy fuertes y puedan crecer con el mismo. “Empresas con barreras de entrada muy fuertes para la competencia probablemente serán vencedoras”, asegura Comín. Un ejemplo de ello es Google. Sin embargo, cuando se habla del sector tecnológico la respuesta es clara: “sí, pero con cuidado”. El crecimiento ya no aguanta “valoraciones tan altas y además hay sectores más interesantes que pueden proteger más las carteras”, asegura Comín. En Carmignac recomiendan no sólo mirar a la tecnología estadounidense sino mirar a la asiática.
Los expertos tienen claro que hay que estar en emergentes sí o sí aunque teniendo claro que es una apuesta de largo plazo. Regiones como India, Indonesia, Filipinas o Vietnam a través de compañías de consumo básico y financieras. En Aberdeen se muestran positivos con Japón pues “el mercado está sufriendo una revolución, los gobiernos quieren que los conglomerados japoneses empiecen a ser competitivos… “Es un avance lento pero con una tendencia clara que se verá reflejado en las cotizaciones de las compañías”, asegura el experto de BMO Global. (Ver: La duda que tengamos es que China deprecie su moneda y tengamos guerra comercial y de divisas)