Que sigue habiendo riesgos, es un hecho. A la Guerra comercial entre EEUU y China se unen variables como el miedo a la recesión global, el Brexit y la inversión de la curva de tipos de interés. Un escenario en el que “los bancos centrales caminan hacia acciones de política monetaria expansiva, dejando abierta la posibilidad de aprobar estímulos fiscales, si fueran necesarios”, reconoce Domingo Barroso, Director de ventas para España y Portugal de Fidelity.
Este experto asegura que dos de las variables que hay que mirar son el consumo y desempleo en EEUU, junto a la estimación de beneficios de 2020 por si hubiera deterioro. Referencias que se mantienen en niveles sólidos a pesar de la debilidad que han experimentado tanto los datos manufactureros como no manufactureros.
Un escenario en el que las carteras “deberían orientarse a la aplicación de niveles de seguridad pero manteniendo exposición a los activos de riesgo”, asegura Barroso.
Renta variable, deuda pública, emergentes y liquidez en cartera
Esto supone que la visión sobre la renta variable, tanto a corto como a largo plazo, sigue siendo neutral “orientándose hacia la calidad de las compañías con un sesgo hacia las acciones de crecimiento”.
En renta fija, la deuda pública es preferencia a la hora de buscar protección y, en crédito, “somos selectivos con un sesgo hacia la captura de rendimiento o cupones”
En los emergentes, las valoraciones siguen siendo a tractivas.
Por último, la apuesta táctica por la liquidez se centra en poder aprovechar las oportunidades y posibles correcciones en los mercados, consecuencia de la volatilidad, asegura este experto.