Las constructoras o compañías de infraestructuras viven un buen momento en su conjunto. La mayoría ha reducido notablemente su endeudamiento a pesar de que continúa siendo elevado en algunas de ellas (ver “El endeudamiento alcanzará su nivel más bajo desde 2006”). El mercado ha acogido positivamente esta buena labor de muchas constructoras (han realizado desinversiones e incrementando su