Ciclo, value e industria: así combate Credit Suisse el riesgo de “duración” en renta variable

Mirando hacia delante. Así comenzaba la presentación del cuadro macro de la gestora del banco suizo. Y es que parten de una visión positiva para la macro a nivel mundial basado principalmente en dos elementos principales: evolución de la pandemia – que con la aparición de las vacunas se le puede poner  fecha de caducidad y  vuelta a la normalidad – y ayudas y estímulos fiscales y monetarios que se alargarán en el tiempo e incluso servirán de red en caso de que la situación por el lado de la pandemia se deteriore.  Algo que no es el escenario central de la gestora. Gabriel  Ximénez de Embún, director de inversiones y estrategia aludió a algunos de los riesgos que puede tener este escenario a medio plazo pues los programas fiscales suponen un incremento fuerte de la deuda aunque, con los tipos tan bajos a corto y medio plazo, no suponen un problema. 

Sin embargo, la combinación entre recuperación económica y estímulos está generando otro efecto: aparición de  tensiones inflacionistas.  Con el consiguiente efecto sobre la macro, la política monetaria y los mercados. Desde Credit Suisse reconocen que está empezando a ver signos claros de tensiones inflacionistas en determinados sectores.  La inflación subyacente repunta algo pero los indicadores adelantados muestran un rebote mucho mayor y ya comienza a ser una de las principales preocupaciones de los inversores. 

Reducir duración: deuda subordinada en renta fija y cíclicos en renta variable

Y ¿qué escenario deja esto para la renta fija y la renta variable? Gregorio Oyaga, responsable de renta fija de Credit Suisse habló sobre las diferencias entre las inyecciones de los bancos centrales durante la pandemia y las que se hicieron durante la crisis de deuda, cuando hubo un estrangulamiento de la economía. Desde el momento en que comenzó la pandemia, el objetivo principal de los bancos centrales ha sido el evitar lo que ocurrió en la crisis anterior y reflotar el mercado de renta fija privada. ¿Efecto? La financiación neta de las compañías de la zona euro fue superior a los 350.000 millones de euros en 2020 lo que muestra que tanto las políticas monetarias han funcionado como que están llegando al mercado.

Desde la gestora reconocen que una vez las entidades monetarias consigan su primer objetivo – reactivar la economía – seguirán con el segundo: la represión financiera.  Aunque primero tendrán que lograr combatir los efectos de la primera fase: empinamiento de la curva. Con lo que ahora el gran envite de los organismos será ver cómo transmiten que el compromiso que han adquirido de no subir tipos de interés hasta 2024 sea cierto. 

Desde la entidad ven niveles del bono americano a 10 años en el 2%-2,2% en los próximos doce meses y para el Bund en el 0%. En este último caso, no sólo por la inflación sino porque es la primera vez que Alemania tiene déficit y desde la UE se lanzarán emisiones de deuda con rating AAA  para grandes inversores institucionales que será competencia del bono alemán, lo que le hará subir. 

En este escenario, si los tipos a largo están subiendo no tiene sentido estar en duración. Desde Credit Suisse tampoco quieren high yield clásico y centran su estrategia en la subordinación: bajar en la estructura de capital en compañías financieramente fuertes, tanto en híbridos corporativos como en TIER2 y TIER 1 tanto de bancos como de seguros.  Un tipo de estrategia que permite obtener carry superior a la inflación, ganando dinero y que hace que el inversor no pierda poder adquisitivo. 

Crecimiento económico, tipos de interés, inflación y rotación sectorial: cuatro ejes en renta variable 

En cuanto a la renta variable, uno de los factores a los que da más relevancia la entidad es a la rotación sectorial. Patricia López del Río, responsable de renta variable de Credit Suisse Gestión habló sobre la rotación que ha hecho el mercado desde que en noviembre de 2020  Pfizer anunciara su vacuna  - hacia activos más ligados a la actividad económica y value -  aunque la mayoría de gestores de fondos no estaban posicionados hacia ese giro. Una rotación que todavía no está completa. 

Desde Credit Suisse Gestión reconocen que se han posicionado neutrales hacia el segmento de crecimiento en EEUU – pues el año pasado alcanzaron valoraciones significativamente altas y, en un entorno de subidas de tipos son las que más sufren – pues están dando un aviso a navegantes. En el lado contrario, están el value o el ciclo  en regiones como Europa donde las valoraciones son más atractivas en sectores más ligados a la apertura de las economías. 

Esto con un ángulo del ESG que trae muchos sectores que irán recibiendo dinero de los planes fiscales – tanto de EEUU en el plan de infraestructuras como de Europa con el Green deal – que son bastante sostenibles. Desde la gestora creen que se producirá una inversión a partir de 2021 en energías limpias que superará la inversión que se venía haciendo en áreas tradicionales, como petróleo y gas, con lo que el análisis ESG ya está incorporado activamente al proceso de selección de valores. 

Teniendo en cuenta el factor de composición del Ibex 35 y del mercado español, estaría más sesgado hacia los sectores que más se pueden beneficiar de los factores positivos para la renta variable. Desde la gestora aseguran que tienen bancos, algunas industrias de sectores pesados y, aunque admiten que sus mercados principales son Alemania y Reino Unido, también han aumentado sobreponderación en España que, frente a otros mercados, está muy orientado a sector financiero, industria y con sesgo hacia emergentes donde la apreciación de divisas como el real brasileño o el peso mexicano pueden ser clave. Los catalizadores son muy buenos para el Ibex y es un mercado en el que estar, concluye la gestora.